La ciudad sostenible: condiciones básicas • Articulación de piezas urbanas
• Rehabilitación y reutilización del patrimonio construido • Compacidad
• Mezcla de usos • Cohesión social y participación • Habitabilidad • Concepción del espacio público como escenario privilegiado de la vida ciudadana
• Inserción de la naturaleza en la ciudad • Predominio del transporte público y peatonal sobre el vehículo privado • Uso de las energías renovables
• Gestión de la demanda de agua • Reducción, reutilización y reciclaje de los residuos. Estas condiciones se interrelacionan estrechamente entre sí y responden dentro de la escala urbana a la lógica del nuevo paradigma de la sostenibilidad que se ha venido consolidando a lo largo de la segunda mitad del siglo XXI. Si hubiera que sintetizar en unos criterios básicos el sustrato común a todas las propuestas de intervención urbana que se llevan barajando en las últimas décadas desde la óptica de la sostenibilidad, podría plasmarse en los tres principios siguientes de carácter general: Para considerarse sostenible, toda intervención debe: • Integrarse armónicamente en el medio natural, rural o urbano en el que se plantea, partiendo de lo existente y contribuyendo a su mejora, ya sea mediante la sustitución, la renovación o la conservación de los elementos del contexto. • Ahorrar recursos energéticos y materiales durante su etapa de realización y a lo largo de su ciclo de vida completo. • Contribuir a incrementar la calidad de vida de la población afectada en términos de salud, bienestar social y confort, contando con la participación de la misma en el proceso de toma de decisiones. A riesgo de caer en una excesiva simplificación, podría decirse que, de hecho, la diferencia entre unas y otras corrientes que se reclaman de la sostenibilidad reside en el diferente peso que se otorga a cada uno de esos principios y así, las corrientes ecotecnológicas y bioclimáticas sitúan en primer lugar los aspectos de eficiencia energética, las propuestas de regeneración urbana conceden protagonismo a la integración contextual, y las que podríamos denominar ecosociales hacen hincapié en los factores de bienestar social y calidad de vida.