Iván Pozo, veterinario de la clínica “Pozovet”, ubicada frente a Oscus, explicó que después de Navidad y Fin de Año recibe muchos casos de perros con nervios alterados, y que en ocasiones el problema es de por vida.
“En los perros es más común y pueden quedarse así para siempre, incluso con problemas como la epilepsia”, explicó Pozo.
Según un reportaje publicado por la página informe21.com, los efectos no sólo son a nivel psicológico, sino también físico. Desde lesiones en el oído hasta infartos que pueden sufrir durante las celebraciones. El veterinario Héctor Maldonado señala que este estado se da a causa de la gran sensibilidad auditiva que poseen estos animales, muy superior a la del oído humano.
Recomendación.
Pozo explicó que cuando los perros se ven afectados por este problema es común tratarlos con tranquilizantes; si el problema es temporal, lo mejor es que saque a su mascota a pasear para que se relaje y pueda superarlo rápido.
Antes de que llegue Navidad y Fin de Año, es recomendable que haga escuchar a su perro ruidos suaves, pero cerca de ellos, para que vayan asimilándolo, o en la Noche Buena ubicarlos en un lugar donde el ruido llegue poco.
Además es recomendable, para que eviten escuchar las detonaciones, que les ubique tapones especiales para sus orejas o darles un tranquilizante, que en las veterinarias se las consigue con anticipación, señaló Pozo.