La primera Autoridad de los Gobiernos Autónomos Descentralizados GAD, son las o los alcaldes elegidos gracias al voto de cada ciudadano de un cantón que democráticamente y de manera secreta deposita su voto a favor de la persona que considera, será el idóneo regente del territorio donde es residente, con conocimientos amplios de los cuatro componentes de la Administración: Planificación, Organización, Dirección y Control.
PLANIFICAR a través de un proceso de toma de decisiones para alcanzar lo deseado, tomando en consideración la situación actual que debe de estar representada posterior a un diagnóstico, en donde la comunidad haya sido el principal actor para conocer realmente los factores internos y externos que puedan influir en el logro de los objetivos, en los cuales se basa el plan de trabajo.
ORGANIZAR estructuras técnicas y sociales, diseñadas para el logro del buen vivir comunitario, con la participación permanente de los organismos públicos y privados que forman parte del Comité de Gestión de Riesgos, para satisfacer las necesidades imperiosas de mujeres y hombres que son parte de un conglomerado.
DIRIGIR para gobernar sabiendo a qué lugar voy, fijando reglas que vayan en concordancia con los objetivos propuestos en el plan para el buen manejo del GAD al cual se representa, favoreciendo a los más necesitados y aplicando el orden de prioridades.
CONTROLAR de manera permanente el cumplimiento de normas legales, técnicas y financieras en el cumplimiento de los objetivos, para lograr que los resultados finales estén enmarcados dentro de la excelencia y la priorización.
Con honrosas excepciones, hasta la presente fecha desde que tengo uso de razón, hemos elegido a nuestros representantes, entre ellos a los del GAD en los diferentes Municipios del País, teniendo como alternativa candidatas y candidatos en donde casi siempre se ha impuesto el factor económico, rezagando lo cognitivo, causando no solo el marginamiento indiscriminado de mujeres y hombres capacitados, sino que en desmedro del desarrollo, se ha impuesto lo previsible, el fracaso administrativo en un territorio, lo que naturalmente ha repercutido en contra de las grandes mayorías y que son las más necesitadas.
Es el momento de reflexionar y saber que el futuro promisorio en los territorios cantonales lo conseguiremos a través de la administración participativa.