Pero, igualmente, manifestamos que se esperaba que con esta entrega vaya programada la partida para su mantenimiento, pues es común que al poco tiempo de funcionamiento los daños en los vehículos se presenten y no se las puede reparar de inmediato por falta de recursos, quedando los vehículos sin prestar servicio hasta que llegue el dinero.

La información de que las tres unidades del hospital Verdi Cevallos estaban dañadas, incluida una recientemente entregada por carencia de un filtro de aceite, merece una seria reflexión.

Porque no es posible que en instituciones como esta, el vital servicio de transporte de urgencia esté como al azar, lo que no debería suceder si recordamos que el gobierno impuso dos responsables en los hospitales, uno para que vele por la parte médica y otro para el sistema general.

La teoría del buen vivir debe ser afianzada con mayores recursos para que brinde muchos más aciertos.