“Es pertinente mencionar que el monumento situado en el parque central del cantón La Concordia, provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, colocado por el Gobierno Autónomo Descentralizado de dicho cantón, contiene una expresión iconográfica que reproduce estereotipos de superioridad étnica, racial y generacional que ha provocado una discriminación histórica en el país que debemos enfrentar como sociedad”, dice parte del comunicado.
Expresar que la ciudad de La Concordia necesitaba una imagen que representara el deseo común de sus habitantes”, la “imagen arquetípica” de una mujer joven “que simboliza la transformación” y que el color nácar de esta joven, significa la “vida”, refuerzan creencias negativas en contra de las mujeres afroecuatorianas, mestizas, indígenas y adultas mayores, quienes están siendo representadas como “caos, corrientes y contracorrientes”, así como la muerte como oposición a la “VIDA” que se entiende como una prerrogativa exclusiva de la mujer occidental, nácar , joven y superior a las demás, añade el documento que se lo puede leer en la página web de la Defensoría del Pueblo (www.dpe.gob.ec) .
La construcción del monumento duró seis meses y su colocación, un año.
En la parte inferior de la escultura hay tres figuras femeninas, de contextura gruesa y color oscuro, que representan a las culturas indígena, mestiza y afroecuatoriana. Estas mujeres cargan una concha de la que emerge una esbelta mujer, de color nácar, que representa el surgimiento de La Concordia.