El psicólogo Romeo San Andrés manifiesta que la mejor manera de sobrellevar a un vecino chismoso es evitar darle de qué hablar.

Dice que de esa manera ellos no tendrán oportunidad para generar un chisme, pues la lengua del chismoso es una bomba de tiempo; cuando explota pretende denigrarle, descalificarle, cuestionarle y ponerle en entredicho.

San Andrés señala que hay tres razones por las cuales una persona llega a ser chismosa: la falta de distracción, problemas familiares o por instinto, es decir que forma parte de su estilo de vida.

Para darle un alto a los chismes de sus vecinos, debe enfrentar el conflicto con madurez. Hable con ellos, aunque resulte incómodo. Explíqueles las consecuencias de los chismes que ocasionan, pero nunca los acuse ni hable del comportamiento inapropiado que tienen, sólo hágalos reflexionar sobre su actitud.