En el lugar se levantó una capilla ardiente para Melanie, María Clara, Dylan, Geovanna y Dérek.
Moradores y familiares se acercaban poco a poco a contemplar los cadáveres de los menores que fallecieron asfixiados tras un incendio en el interior de la casa en la que vivían. La mamá de ellos, Karen Flores, continúa grave en el hospital Luis Vernaza.     
La desgracia ocurrió la madrugada del lunes.  Según diario El Universo, las personas que acudieron a la iglesia llevaban café y roscas que fueron repartidos entre los presentes que pedían justicia y la pena máxima contra el presunto causante del incendio, Gabriel Murillo Barzola, exconviviente de Flores.    
“Es lamentable que ocurran este tipo de desgracias, pero es el momento que las autoridades pongan mano dura y encierren de por vida al asesino de estos angelitos”, dijo Mary Marcillo, moradora del sector.
La audiencia de formulación de cargos contra Murillo, principal sospechoso de haber causado el incendio, se realizó ayer en la Unidad de Flagrancia del Cuartel Modelo de Guayaquil.  
Según los primeros informes, horas antes de originarse el incendio Flores y Murillo habrían discutido acaloradamente. Ante esto, uniformados de la Policía Judicial del Guayas procedieron a detener a Murillo en un sector cercano al lugar de los hechos para las investigaciones.
La aparente causa del incendio sería el fuego que ocasionó una colilla de cigarrillo, pero esta hipótesis aún es analizada.