Segundo Pilligua, dueño de un bar, dice que están contentos con la llegada de bañistas, quienes generan utilidades a los negocios que se ubican los fines de semana en la playa.
Aún así Pilligua señala que falta mucho por hacer. "Sobre todo, se requiere un malecón para ordenar el uso de esta playa, en especial el tránsito peatonal y vehicular", expresó.
El comerciante criticó el hecho de que el municipio haya instalado una caseta vieja para los salvavidas. "Nosotros merecemos respeto, para eso pagamos impuestos tanto por los negocios turísticos como por predios urbanos", señaló.
Freddy Zambrano, vendedor de jugos naturales, dijo que su economía ha mejorado desde el pasado carnaval. Es que desde ese feriado empezó a trabajar de lunes a domingo, aunque reconoce que los fines de semana son los más rentables.
En la playa ubicada a un lado del muelle hay al menos 10 negocios de venta de comida, jugos, empanadas y corviches.
LOS Accesos. Marcia Alonzo, moradora, dice que la pesca y el turismo son prometedores para su parroquia. Sin embargo, agrega que hay mucho por hacer, sobre todo en los accesos a la playa. Las calles están llenas de lodo, no porque llueve, sino porque las tuberías de agua potable están rotas. "Cada vez que nos entregan el servicio, el agua se desperdicia y se acumula formando lodo en las vías que nos transportan hasta la nueva playa que hemos ganado", indicó.
La moradora dijo que esta imagen deja mucho que decir en los visitantes. Por ello resalta la necesidad de que la EPAM y el municipio, atiendan este problema ya que asegura que también les cobran el agua que se desperdicia.