La diabetes mellitus es un síndrome crónico que le acompaña al paciente toda la vida, hasta la muerte; es una pandemia que ataca sin piedad a todo tipo de personas. No respeta raza, religión, edad, sexo, afiliación política, posición social, ricos y pobres están afectados; es una “oxidación” de todos los tejidos, esto es la formación de “radicales libres” que producen complicaciones crónicas o tardías y pueden sin un adecuado control terminar con la vida del paciente, al aumentar el infarto de miocardio y el accidente vasculocerebral, si previamente no está ciego, con insuficiencia renal, disfunción eréctil y la polineuropatía diabética con dolores lacerantes.
Dentro del esquema de tratamiento, las personas con diabetes deben realizar una terapia médica nutricional (TMN); esto es una dieta saludable con disminución de los hidratos de carbono, ejercicio físico, antidiabéticos orales e insulinoterapia, de acuerdo a cada caso en particular. Uno de los pilares básicos del tratamiento es la educación diabetológica y el autocontrol en el domicilio, únicamente con la determinación diaria de las glucemias capilares. Hechas en la casa, el paciente puede conocer cómo está su diabetes, si debe aumentar o no la dosis de insulina y evitar las graves complicaciones agudas, la descompensación hiperglucémica hiperosmolar cetósica o no y la cetoacidosis que pueden poner en riesgo la vida misma del paciente.
En el Ecuador el coste de las tiras para hacerse las glucemias han subido a USD 40 el tubo con 50 tiras; y la insulina glargina (Lantus) a USD 50 el frasco con 1.000 UI. Si a esto le añadimos lo que cuestan las tabletas para la hipertensión arterial, la dislipidemia (colesterol elevado) y una serie de fármacos más para tratar de aliviar el dolor y las complicaciones crónicas, la persona con diabetes necesita por lo menos USD 200 al mes únicamente en fármacos.
Nosotros propusimos en la Ley a favor de las personas con diabetes, que se publicó en el Registro Oficial el 11 de marzo del 2004 y que después de ocho años no tiene todavía reglamento, a pesar de que lo hicimos a su debido tiempo, que se quite todo tipo de impuestos sobre las insulinas, las tiras para el autocontrol, los equipos para medir las glucemias y los fármacos esenciales para tratar la diabetes mellitus. Sin embargo no hay gobierno que tome la decisión política y solidaria para ayudar al cerca de millón de ecuatorianos que están afectados de diabetes, que en forma estoica sobreviven por el hecho de ser diabéticos.
Si añadimos que no existe el número necesario de endocrinólogos en el Ecuador, en América Latina y en el mundo, el colapso de las instituciones que brindan servicios médicos se dará y muy pronto.
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.jpg "¿Cuánto cuesta ser diabético?")
