Recuerdo una grata escena, de hace ya algunos años, cuando con dos de mis sobrinos aún pequeños, fuimos de paseo. Para que el trayecto no resulte cansado, decidimos plantearnos un tema para platicar hasta llegar a nuestro destino. Elegimos “el tiempo” y comenzamos a expresar lo que se nos ocurría. Resultó tan ameno e interesante, que al llegar, nos faltó tiempo para seguir dialogando.

Esta experiencia con Paola y Eduardo, la recuerdo con mucha alegría. Por lo aleccionador me sirvió para referirla en algunas de mis charlas motivacionales.
El tiempo es el bien más preciado, es muy especial, interesante, extraño y cruel a veces. Nos ayuda a sacudirnos de la pereza, nos lleva a meditar para aprovecharlo mejor. Hay  cursos, seminarios y conferencias magistrales en torno al mejor rendimiento del tiempo. Cómo sacarle el máximo de provecho. Basta con recordar que “el tiempo es oro” para valorarlo y sabiamente utilizarlo.
Hay un poema que por lo aleccionador, comparto con ustedes amables lectores.  Dice así: “Al reloj de la vida se le da cuerda sólo una vez / Y a ningún hombre le está dado saber / Cuándo las manillas habrán de detenerse / En cualquier temprana o dilatada hora / El ahora es el único tiempo que te pertenece / Vive, ama, lucha con un propósito / No confíes tu fe al tiempo / Pues el reloj puede pronto detenerse.
Me he encontrado con algunas personas que no les agrada que se hable del tiempo de existencia, de la edad que tienen. Hay quienes incluso les produce pánico el envejecer y por lo expuesto me enteré el caso de una persona que llegó al extremo de querer suicidarse.
Lo antes referido no ocurriría si viviésemos cada una de las etapas, de tal manera, que el recorrido resulte placentero. De pronto somos adultos y plácidamente llegamos a la edad dorada, llenos de gozo espiritual, en muchos casos con buena salud y altas dosis de esperanza. El Dr. Deepak Chopra habla de los cuerpos sin edad, mentes sin tiempo.
Recuerdo a nuestros mayores decir… no seas flojo, apresúrate, el tiempo corre, el tiempo vuela. Es tan perfecta la creación del ser humano, que incluso trae consigo un reloj biológico, un reloj interno, para manejar con nuestra mente el tiempo interior. Sabio es el tiempo, se encarga de dotarnos de criterio y experiencia. Es el tiempo el bálsamo mejor para curar las tristezas, el dolor causado por la ausencia terrenal de algún ser querido. .
El espíritu del tiempo, tiene su propio código, es dueño y señor de un poder y riqueza especial. Bueno, aquí concluye el espacio para escribir estos apuntes. Es mi deseo mayor, que sean muy felices, todo el tiempo.<