De hecho, si alguien la busca por su nombre propio en el mercado de Tosagua, seguramente todos quedarán desconcertados.

Eso sí, si preguntan por María, todos la señalarán.

Pero cómo llega su nombre "postizo", ella lo explica: "Mire, hace varios años, -no detalló cuántos-, un hombre extraño llegó a mi comedor y me preguntó cómo me llamaba. Como lo vi raro, simplemente se me ocurrió decirle que me llamaba María".

Detalla que el nombre María fue lo primero que le llegó a la mente, porque el segundo nombre de su esposo es justamente ese. 

 

SU VIDA. "María", de 54 años, labora en el mercado desde hace 34 años. Allí se dedica a la venta de comida, en donde el estofado de pollo aparece entre sus platos especiales.

Incluso una de sus hijas, de los diez que tuvo -cuatro ya fallecidos- sigue sus pasos. Ella, quien prefirió omitir su nombre, también tiene un puesto de comida al lado de "María", su madre. 

José María Montes, esposo de "María", no se complica. Él ayuda a las dos, pues tiene claro que debe cumplir su rol con su mujer, pero sobre todo el de padre.

"María" explica que su cónyuge entiende que entre su hija y ella jamás habrá competencia, al contrario, sabe que los ingresos son para una misma familia.