Una de las vías que conduce a dos comunidades de la parroquia Pimocha, donde habitan alrededor de 200 familias, estos permanecen bajo el agua y aislados incluso de sus propias viviendas.

 

“La gente no tiene como trasladarse, los niños están hasta enfermos por el agua, los mosquitos y todo tipo de insectos”, reclamó Manuel Sandoya, agricultor.

 

Las viviendas permanecen bajo el agua y como único medio de transporte sus habitantes usan canoas o lanchas improvisadas para trasladarse hasta la cabecera parroquial, según detalló Ecuavisa.

 

“No hay como sobrevivir, a la medianoche uno quiere sacar un enfermo y no se puede”, explicó Gina Díaz, damnificada.

 

En su mayoría,los damnificados fueron evacuados y trasladados hasta albergues cercanos, sin embargo, aún hay cinco familias que permanecen en viviendas abandonadas donde la infraestructura no es la indicada para habitar.

 

Ante esto, el Comité de Operaciones Emergentes (COE) dispuso conseguir a través del decreto de emergencia, lugares necesarios para hospedar a más damnificados que aún permanecen sin ser reubicados.

 

El gobernador de Los Ríos, Jesús Narváez, incluso dijo que de ser necesario alquilarían hoteles para las familias que requieran ser albergadas, con una previa comprobación de su necesidad.