Actualizado hace: 938 días 11 horas 17 minutos
A los cien años de su muerte
A los cien años de su muerte
Por: Libertad Regalado
[email protected]

Jueves 26 Enero 2012 | 00:00

Este mes marca en el calendario una fecha que enlutó y enluta el pensamiento liberal de América, que sepultó a un hombre que se nutrió de los ideales de libertad, igualdad, y justicia social que germinaron la revolución francesa, que motivaron a Bolívar las guerras de la independencia del coloniaje español, que propiciaron el pensamiento liberal del siglo XIX. Un ser humano diferente, de esos que solamente pare uno la humanidad cada siglo: Eloy Alfaro Delgado.


Ese hombre que supo respetar la autonomía de la razón individual, que concibió para el Ecuador el proyecto liberal de centralización y modernización del Estado, que trató de conformarlo de acuerdo con los requerimientos a esa plena hegemonía de la ideología liberal a través de mecanismos como las dos reformas a la Constitución que le permitieron la dirección política, económica, cultural y moral del país. Es por esta razón que durante este período  se agudizó la tensión entre Estado e Iglesia, está última vista como promotora de valores adversos al pensamiento liberal.
Estos cambios en América latina, influenciados por corrientes venidas de Europa, tuvieron desde luego un fuerte impacto en la población, el rechazo de grupos de poder y mucha acogida entre una élite cuya formación estuvo ligada al pensamiento occidental. Leopoldo Zea, en su obra “El pensamiento liberal latinoamericano” expresa que “el latinoamericano se ha servido de ideas que le eran relativamente ajenas para enfrentarse a su realidad: la ilustración, el eclecticismo, el liberalismo, el positivismo y, en los últimos años, el marxismo, el historicismo y el existencialismo. En cada uno de estos casos, ha estado en la mente del latinoamericano la idea central de hacer de su América un mundo a la altura del llamado mundo occidental”
Es en esta reflexión que podemos encontrar la raíz de los conflictos que al interno del país se desataron y que llevaron a ese grueso de la población, muy bien manipulada por la oposición, quienes desde la ideología conservadora habían dominado por varios siglos la vida del pueblo, y lamentablemente por  militantes de los movimientos liberales y alfaristas a ejecutar la muerte del general; quien se había constituido en un estorbo para los intereses de acaparamiento del poder. Como vemos no bastaron años de lucha para llegar al poder, no bastaron reformas tras reformas contra esa dependencia mental, cultural de un pueblo educado en la obediencia ciega a los mandatos de la iglesia y a las formas despóticas de gobernar.
Este año del centenario de su muerte, debe servirnos para reflexionar en el valor de la educación, de la formación del ser humano, lo único que puede promover la verdadera revolución  en el país.<

  • ¿Qué te pareció la noticia?
  • Buena
  • Regular
  • Mala

Recomendadas para ti:

Más noticias