El evento, denominado “Los tres platos”, ya que habían tres pistas para igual números de pruebas, permitió observar la pericia, los nervios y la concentración de los participantes.
Eloy Barcia, organizador, señaló que el torneo fue exitoso debido a la gran cantidad de participantes y además por la forma seria y responsable como tomaron la competencia. Dijo que la preparación fue tan intensa que en su caso, durante los entrenamientos, se fracturó un pie, por lo que no pudo participar.
Y es que estos torneos de competencia no están exentos de volcamientos, golpes, raspones y fracturas, pues los ciclistas deben pasar a gran velocidad por senderos angostos, con curvas cerradas y terrenos resbaladizos, que a la menor desconcentración u extrema osadía se pueden caer. Eso le pasó a Luis Jijón, de Quito, quien bajaba a gran velocidad la pendiente y resbaló, rodando más de  15 metros, sin embargo y aunque los presentes se impresionaron, el deportista se paró y dio gritos de alegría, recibiendo el apoyo de sus compañeros. La segunda pista era de una pendiente más corta, pero más empinada; y la tercera, en cambio, tenía rampas, allí los ciclistas tenían opción de realizar arriesgados saltos y piruetas. <