El funcionario indicó que en ambos casos ha huido para evitar que los antisociales le disparen.
Uno de los casos. Briones recordó que después de una mañana de trabajo se fue a un bar cercano del hospital para almorzar. Terminaba la ingesta y retornaba a la casa de salud con un amigo cuando un delincuente lo intimidó.
El pillo le metió la mano en un bolsillo de la camisa donde llevaba un celular que tenía poco tiempo de comprado.
En una reacción inesperada, el funcionario le tomó la mano al ladrón, la sujetó fuerte y evitó que le robara el celular para acto seguido huir. Fernando indicó que el delincuente sacó el arma, pero por suerte en ese momento pasó un bus y él logro subirse y huir.
El otro hecho. Fernando Briones mencionó que salía del hospital en un vehículo con la ventanilla del lado del chofer semi abierta.
En esas circunstancias un delincuente se le paró y lo apuntó con el arma de fuego que llevaba y le dijo "bajate con todo".
Por segunda vez, el funcionario reaccionó evitando que lo asalten.
Lo que hizo fue golpearle la mano al delincuente, con la intención de que aflojara el arma, y acelerar la marcha del carro que conducía.
El administrador del hospital indicó que después de estas dos experiencias lo que ha hecho es cargar un celular de menor valor y movilizarce siempre con las ventanillas arriba.