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Alfonso Delgado González | Fax 05-2691670
Agua y luz
Alfonso Delgado González

Dos servicios básicos de los que viene adoleciendo Bahía de Caráquez son los de agua potable y energía eléctrica, en lo que tiene que ver con el alumbrado público.

Miércoles 20 Diciembre 2006 | 21:16

Hace ya unas cuatro semanas, la llamada agua potable que viene desde la planta La Estancilla, comenzó a llegar con color, olor y sabor. Y como es de imaginarse, esas tres características contrarias al agua, eran de color, olor y sabor desagradables. Como no podía ser de otra manera, la ciudadanía reclamó y las protestas llevaron a que los directivos de la EMAPA trataran de justificar la anomalía con evasivas. Lo cierto es que se quiso involucrar a la tubería de conducción en esos justificativos, aduciéndose en los años de servicio y en las frecuentes roturas que se presentan a lo largo del acueducto. Pero, todos esos argumentos quedaron relegados cuando a través de una comisión integrada por profesionales médicos se probó con los exámenes de laboratorio que el agua no era potabilizada y no apta para el consumo humano. Las muestras tomadas en diferentes lugares determinaron que el agua entubada que se suministra para Bahía de Caráquez y San Vicente no tenía vestigios de haber recibido tratamiento químico. Según se ha podido conocer, los problemas del agua se estarían originando en la represa La Esperanza, en donde, tal como sucedió en Poza Honda, habría una gran acumulación de lechuguinos, parte de los cuales estarían en proceso de descomposición, lo que estaría dando origen a ese color, olor y sabor desagradables. La diferencia con Poza Honda es que allá se hizo la bulla y la repercusión fue nacional, lo que llevó a un operativo de desalojo de esos lechuguinos. En cambio por acá seguimos igual y los lechuguinos más bien se reproducen más y más. Y la EMAPA queriendo que la ciudadanía siga consumiendo esa porquería de agua. El alumbrado público es más que deficiente, sumándose cerca del millar las luminarias que están apagadas entre Bahía de Caráquez y Leonidas Plaza. El Obelisco 3 de Noviembre, que es uno de los distintivos de la ciudad, está casi a oscuras. Lo mismo sucede con la avenida Circunvalación, en la continuación del malecón, en donde, prácticamente todo está apagado. Este importante sector de la ciudad viene dando un deprimente aspecto desde hace meses, sumándose a ello la inseguridad ciudadana. Al principio se lo justificó con los racionamientos. Pero, ¿Ahora qué? San Vicente que está al frente tiene todo su malecón iluminado. Bien por San Vicente. Y ¿Bahía de Caráquez por qué sigue a oscuras? Como se puede apreciar se trata de dos problemas que no tienen razón de ser y cuya solución ya debió dársela. Que el municipio exija por el bien de Bahía de Caráquez y de la ciudadanía que merece mejor trato.
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