Más allá de todos los peros que le han puesto de última hora a la construcción de la represa Río Grande, del Proyecto Propósito Múltiple Chone, debo ratificar que esta es la obra más importante para el desarrollo integral del cantón Chone y de gran parte de la zona norte de la provincia.
Creo que es conveniente realizar todas las investigaciones necesarias dentro de lo posible en relación a lo esgrimido por sus opositores; pero que se la deje de construir sería el peor mal que se la haría a toda esta comunidad.
Y sería imperdonable la frustración de su realización, después que los chonenses luchamos para hacer realidad este maravilloso sueño por más de dos décadas, incluida en esta investigación el por qué quienes se oponen hoy a no permitir que se construya la represa no se opusieron mucho más antes, porque de lo que yo recuerdo en todo el tiempo que llevo impulsando la ejecución del P.P.M.CH, que data desde su propio inicio, nunca antes se pronunciaron en su contra, y sólo cuando la determinación del presidente Correa se efectivizó con propósito cierto de contratar su construcción y que ya existía el financiamiento, fue cuando comenzaron a aparecer las protestas. Sin embargo, pueda que algunas de estas protestas tengan razones de ser, como pueden existir otras que no buscan redimir el bien común sino otra clase de intereses.
Chone no se puede dar el lujo de despreciar la construcción de una obra de tanta importancia para su desarrollo, como es la represa Río Grande; por eso es que, dando las explicaciones necesarias a las inquietudes muy razonables de ciudadanos que no tienen otra intención más que recibir la obra en la mejor forma de servicio, como así lo están haciendo los funcionarios de Senagua, la construcción de la represa debe ser una realidad inobjetable.
Lo contrario sería un acontecimiento nefasto que ni las futuras generaciones nos perdonarían y ni siquiera nosotros mismos nos podíamos perdonar, mucho menor quienes se han opuesto, razones estas muy suficientes para ratificarle al presidente Correa y al ministro Paredes sigan abanderados de este propósito y lo conviertan en una realidad tangible.