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Yo soy la justicia
Yo soy la justicia
Por: Childerico Cevallos
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Domingo 23 Enero 2011 | 00:00

El Presidente de la República volvió a mostrar su temperamento al condenar, con gran despliegue de calificativos, al juez que aceptó el recurso de amparo presentado por Reina del Camino contra la clausura de sus frecuencias anunciada por el director nacional de la Comisión Nacional de Tránsito, Ricardo Antón.


Antón, quien, emulando a su protector, repitió la versión de éste vociferando a viva voz su versión de justicia que tiene como argumento principal su solidaridad con los 40 muertos, desestimando el drama social que ha creado la suspensión de la cooperativa con decenas de familia en la orfandad económica, olvidándose en su apresurado proceder que ese aciago día también pagaron con su  vida  el dueño del bus y el conductor. ¿Es que estas muertes no son válidas para el Presidente?


El Presidente que critica al juez llamándolo corrupto porque, siendo de la Niñez, no considera que en el accidente perecieron varios niños, sin meditar que con su insistencia al cierre de Reina pone en sufrimiento a muchísimos niños, adolescentes y ancianos, cuya manutención entra en riesgo grave al dejar sin trabajo a los sustentadores de estas personas.


Personas que sobreviven de los sueldos que reciben de la cooperativa los que son empleados directos, habiendo  muchos más que hacen su vida alrededor de los trabajos anexos e indirectos que surgen de la actividad de Reina en decenas de ciudades de Manabí, de Santo Domingo de los Tsachilas, de Guayas y de Pichincha.


 Principalmente, porque su radio de acción llega también a otras provincias de la serranía y de la costa ecuatoriana, donde se sintió su ausencia y desde donde se demanda del Ejecutivo recapacitación a esa efervescencia que lo hace, inclusive, discrepar con aquellos a quienes toma como excusa para su posición, como son los mismos deudos de los fallecidos.


Deudos de los fallecidos, cuyos sentimientos quiere sobrepasar al desoír las peticiones que durante su visita a San Isidro estos le hicieron para que ceda en su posición contra Reina y deje que la empresa reanude sus viajes. Consideran excesiva la sanción y así lo expresaron en la comunidad, a gritos.


Presidente quien en rueda de prensa, a una reportera que le recordó el drama social en que quedarían los familiares de los empleados de Reina, le pidió que se deje de esos sentimentalismos, olvidándose que cuando él arguye que su conducta es por justicia para con los muertos y sus familiares también hace uso del gastado sentimentalismo. Pero allí, ¡qué diantres, si yo soy la ley, yo soy la justicia! Probablemente, como van las cosas, llegará a sentir ser “la resurrección y la vida”.<

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