Un total de 283 jóvenes se incorporaron en el cantón Pichincha en el período lectivo 2010-2011, pero el cantón no tiene universidad para que estos bachilleres continúen sus estudios.
Yulexi Zambrano Sabando, de 17 años, se incorporó en el colegio Municipal de Pichincha, e irá a estudiar Ingeniería Agropecuaria en la Universidad Técnica de Manabí. Vive en Solanillo y le tocará trasladarse a vivir a Portoviejo, en casa de una tía, porque en su cantón no hay universidad. Su sueño es trabajar en la Municipalidad de Pichincha.
De los 283 óvenes incorporados, a muchos les tocará vivir historias similares y en algunos casos no seguirán estudiando porque preferirán dedicarse a las actividades agrícolas o domésticas, mientras que otros han decidido dejar su tierra para ir en busca de una profesión.
migración. Aladino Mendoza Moreira, quien durante 18 años ejerce el rectorado del colegio Ernesto Velásquez, de la parroquia Barraganete expresó que un 50% de los bachilleres sale a estudiar en Manta, Guayaquil, Quevedo, Portoviejo, Babahoyo y otras ciudades. El resto se queda trabajando en las fincas.
“Otro de los problemas que se deriva de la falta de universidad es la escasez de profesionales, hay ocasiones en las que ni siquiera hay un bachiller para dar clases en las escuelas”, expresó Mendoza.
sacrificio. Carmen Hurtado irá a estudiar diseño gráfico a la Universidad Técnica de Quevedo. Le tocará viajar todos los días lo que implica gastar por lo menos cuatro dólares en pasaje y comida, y levantarse a las cinco de la mañana.
Darwin Cedeño estudiaba en Quevedo administración de empresas y dejó sus estudios. Para él es importante la presencia de una universidad en Pichincha con especialidades como Agronomía, comercialización y sistemas informáticos.
El rector del colegio Vicente Rocafuerte, Dídimo Saltos, indicó que en Pichincha hay escasez de profesionales porque la mayoría se va a estudiar a Manta y no vuelven a su cantón de origen. <
Orientación para definir el futuro de bachilleres
Para los bachilleres decidir su futuro profesional y dónde continuar sus estudios universitarios se vuelve un dilema.
"Para un alumno es dificil tomar esta decisión, requiere un poco de madurez, así como tener habilidades en su proceso de formación", comentó Beatriz Barrezueta, profesional en Ciencias de la Educación.
Para la bachiller Paola Janine Villavicencio, elegir la carrera que seguirá en la universidad le ha sido un poco difícil, porque también ha considerado la situación económica, no sólo la afinidad con lo que quiere estudiar, porque se debe contar también con la economía familiar, refirió.
Una recomendación importante que realizó Barrezueta es que los centros de educación superior deben acercarse a los planteles secundarios para ofertar las opciones de profesionalización para los bachilleres. <