Ramito Mera Erazo de 53 años, oriundo de San Vicente, es un constructor de candiles y mechones desde que tenía 12 años (tiene un taller en su casa), actividad que aprendió de su padre, quien a pesar de estar con vida, ya no tiene las fuerzas suficientes para hacerlo.
Utilizando tarros de pintura, atunes y hasta tubos de linterna, utiliza su imaginación para usarlos como recipientes para el querosín, a lo que le adjunta, un mechón de tela lino y de ser necesario, realizar puntos de soldadura con estaño, para darles formas y acabados.
Mera, indicó que en vista de su profesión de pescador nocturno, sabe de la necesidad del combustible para la actividad, por lo que desde hace 25 años, también se hizo distribuidor del diesel 1 (querosín), para el cual, tiene un permiso de hidro carburos desde hace 3 años, para su comercialización en el mercado municipal, dijo.
Reveló que, recibe la asidua visita de decenas de personas de las comunidades que llegan los lunes de feria y los sábados de distintas comunidades de la vía a San Isidro y Jama para encargarles la elaboración de candiles, así como para conseguir el querosín para sus candiles, cocinas y refrigeradoras antiguas, así como producto medicinal, pues muchos lo usan para los dolores para los huesos, entre otros, mencionó.
Gloria Cacique, quien llegó desde Tabuchila, mencionó que en su comunidad los cortes de energía son muy comunes, por eso nunca le hace falta su candil de la emergencia, dijo.
Euclides Lucas, morador de Canoa de 70 años, mencionó que los candiles ahora son vistos como reliquias, pero a ciencia cierta, en el campo nunca faltan, ya que la luz siempre falla y allí son muy utilizados, dijo.