El Ministerio de Electricidad y Energía Renovable informó hoy de que la central será inaugurada por el presidente, Rafael Correa, en una ceremonia que se realizará en las mismas instalaciones del proyecto, que se construyó con una inversión de 500 millones de dólares.
Este proyecto representa una de las alternativas del Gobierno para mejorar la generación, ya que forma parte de un complejo hidroeléctrico junto con la planta de Paute, situada aguas abajo de Mazar.
Paute es, actualmente, la central hidroeléctrica más grande del país, con una potencia instalada de 1.000 megavatios y que aporta un 35 por ciento al consumo nacional.
Mazar, además de su generación, se convertirá en un reservorio adicional a la planta de Paute, que en los periodos de estiaje reduce su capacidad a menos de la mitad.
Justamente, a finales del año pasado Ecuador intentaba salir de una crisis de generación eléctrica por la sequía en la zona sur andina del país, que había afectado gravemente a la producción de la central de Paute.
Con racionamientos de varias horas al día en todo el país, el Gobierno ecuatoriano se vio obligado a importar grandes generadores eléctricos de Estados Unidos y a importar electricidad de Colombia y Perú.
Con la puesta en funcionamiento de Mazar, las autoridades esperan que se solucione, en parte, el déficit de energía, aunque el Gobierno adelanta otros proyectos hidroeléctricos que, incluso, le permitirían exportar energía a sus vecinos.
Uno de esos proyectos es la central Coca-Codo-Sinclaire, cuya construcción se prevé comience este año y que aportará 1.500 megavatios de energía, con una inversión de casi 2.000 millones de dólares.