La Comisión Nacional de Tránsito podría exigir que todos los buses del país tengan un dispositivo GPS (Sistema de Posicionamiento Global por sus siglas en inglés), de rastreo, para que así la Policía, las cooperativas y los mismos usuarios puedan rastrear exactamente la ubicación de cada bus y hasta la velocidad que ha alcanzado en cada uno de sus recorridos.

La tecnología existe y su adopción debe ser sencilla, toda vez que muchas empresas privadas lo usan y también la portovejense cooperativa de buses urbana Ciudad del Valle.
Esta facilidad podría ayudar a combatir tanta irresponsabilidad de los conductores de buses y tanta irregularidad en los juzgados y la Policía.
La transportación pública de pasajeros debe ser observada muy de cerca por sus usuarios y esta tecnología ayudaría a que desde un computador o un teléfono se pueda acceder a cientos de datos sobre la forma de conducir de cada chofer y la gestión de seguridad de cada cooperativa.
En un acto, al parecer producto de la emotividad más que de una medida justa, el gobierno procedió el viernes a clausurar a la cooperativa de transporte Reina del Camino sin explicar por qué los controles que deben hacer no dan resultados, más aún a escasos tres meses de un similar accidente en la serranía ecuatoriana.
Tanto los órganos gubernamentales  de control del tránsito como los transportistas irresponsables son culpables y deben responder por esta tragedia que enluta al país. Pero hay pocas esperanzas de que exista el  mea culpa básico para tomar correctivos ya que es sabido que a los políticos lo que más les importa es su popularidad y apoyo y el voto, que también los requieren de los choferes.