El Paraninfo de la Facultad de Matematicas de la Universidad Técnica de Manabí lucía lleno y en el escenario pequeñas niñas dominaban y equilibraban su cuerpo con zapatillas de tela.
diseños. Mientras tanto el público admiraba atonito el desempeño de las pequeñas, que era casi perfecto. Sus cuerpos se movían de un lado al otro saltando y estirando sus brazos sutilmente. Parecían muñecas salidas de cajitas musicales. Todo esto en el marco de la clausura de la escuela de ballet de Palestra Gym.
Sus movimientos no eran improvisados, todos habían sido estructuradamente armados y enseñados por la maestra Priscila Gómez. Las pequeñas balletistas interpretaron Coppelia, una obra sentimentalista y cómica a la vez que envolvió a los asistentes y al final culminó con sonoros aplausos. <