Han pasado algunos lustros de una gestión permanente de todo un conglomerado, laborioso, visionario e idealista, el pueblo de Chone, con muchos de sus hijos en la primera fila, que concibieron una solución a un estado consecutivo de alternarse inundaciones y sequías, que agobiaban el vivir de los habitantes de la cuenca hidrográfica del río Chone; hoy al fin se logró que el P.P.M. Chone, debidamente estudiado, calculado técnicamente, se ponga en marcha cuando el estado asumió la responsabilidad de construirlo haciendo justicia a un importante sector de la patria ecuatoriana.

El 15 de diciembre del 2010 se dio el arranque de la obra, en una ceremonia sencilla pero decidora y concurrida, en el sitio La Papaya de la hermana parroquia de San Antonio, empezando la obra por el denominado “desagüe de San Antonio”. Sabemos que esto no ha sido fácil, se han tenido que realizar muchos trámites y gestiones, vencer obstáculos increíbles, pero al fin la quimera avanza.
Toda la colectividad siente el renacer  de nuevos y mejores días para darles un futuro digno y promisorio a los que vienen después de nosotros, ellos lo merecen todo. Por eso volvemos a creer que los venideros meses y años se convertirán en realidad los encauzamientos necesarios, los trasvases técnicamente estudiados, la represa de Río Grande, el sistema de abastecimiento de agua potable con la planta de tratamiento, la red de aducción y los tanques reservorios diseñados, las obras de protección y la zona de riego de 2.200 hectáreas para aprovechar  el maravilloso suelo, y sus respectivos canales y drenajes, el nuevo alcantarillado pluvial de Chone y zona aledaña, más los caminos de acceso a la represa y las vías vecinales por toda la zona de influencia de la misma.
Todo esto respetando el derecho a que el que se crea y demuestre que salga afectado por las obras a construirse reciba la indemnización justa y oportuna, pues éste será un proyecto incluyente. Bien por el Gobierno Nacional que cumple con Chone, por la Senagua que lleva la contratación y responsabilidad que todo quede perfectamente  hecho, esperamos que los contratistas chinos demuestren su técnica del buen construir y cumplir los plazos, más una fiscalización muy rigurosa, a fin de que el beneficio sea para Chone,  Manabí y el Ecuador,  y para eso el control ciudadano tiene que ayudar en forma eficaz  para lograr el laudable objetivo del bienestar colectivo.