Los cadáveres se encontraban al fondo de un barranco. Dos niños que a las 08h00  caminaban por ahí divisaron los cuerpos en estado de descomposición.
Ocurrió ayer en el sitio La Papaya en Medio, ubicado a dos kilómetros de la vía Rocafuerte-Tosagua.
Una pertinaz lluvia caía por el sector, el ingreso era difícil, pues el lodo hacía que los zapatos se pegaran contra el suelo y que los carros patinaran.
Todos querían ingresar para ver a los cadáveres.
Tanto así que caminaron cerca de 40 minutos para llegar al lugar donde fueron encontrados.
La Policía llegó y confirmó que se trataba de Cristhian Vásquez Saltos y de Walter Vélez Solórzano.
Los cuerpos estaban boca abajo, semidesnudos.
Las cabezas de ambos estaban cubiertas con las mismas camisas que usaban cuando salieron de sus casas rumbo a Portoviejo.
Ambos tenían huellas de haber sido torturados.
Los lugareños comentaban que los cuerpos fueron abandonados el martes por la noche, pero nadie sabe cómo.
Poco a poco los familiares de las víctimas llegaron al sitio.
Uno de ellos fue el papá de Cristhian, don Pablo Vásquez.
Él comentó que se enteró de la muerte de su hijo porque un familiar, quien vive en Guayaquil, lo llamó para decirle que en la Policía de esa ciudad habían reportado que dos personas estaba muertas en el sitio La Papaya de Rocafuerte.
Y así fue. Llegó y vio a su hijo, muerto.
"Ahora lo que quiero es darle cristiana sepultura, después daré declaraciones y denunciaré el caso. Sospechamos de quien pudo ser pero todo a su debido tiempo", comentó.

Los cuerpos fueron sacados con cabos y lonas, luego los llevaron a la morgue del cementerio de Portoviejo para que les practicaran la autopsia.
Walter Vélez y Cristhian Saltos desaparecieron el martes a las 16h00. Vélez vivía en el centro de Rocafuerte mientras que Saltos era oriundo del sitio Valdez del mismo cantón.