Cuando el crecimiento profesional en los seres humanos se convierte en una prioridad ineludible en el sendero de su vida, debemos tener el pleno convencimiento que en los espacios públicos o privados donde ellos se desenvuelven, tendrán nuevos derroteros sociales, culturales, económicos.

“Nadie da más allá de lo que no tiene”, ni tan poco “podemos pedir peras al olmo”, estas frases responden al por qué unas instituciones decrecen, sufren detrimento en su misión. ¿Qué se puede aspirar de quienes se niegan a la búsqueda del conocimiento, a la inversión en el capital humano, a la innovación con las nuevas tecnologías, a los cambios estructurales que obliga el nuevo siglo, a esa evaluación cualitativa de lo que somos, hacemos, tenemos, aspiramos? Simplemente la mediocridad.
Qué importante es entonces que la nueva universidad apunte al fortalecimiento de los postgrados, a establecer convenios de cooperación con universidades extranjeras que coadyuven a la transmisión recíproca de conocimientos y experiencias; que las exigencias de la nueva ley superior de educación (por aprobarse) se encamine  a la profesionalización y racionalización de los talentos humanos, porque de ello deviene la calidad en la educación.
Necesitamos de manera urgente propiciar una transformación en el pensamiento crítico de los maestros, inducirlos al camino de la investigación, a la búsqueda de soluciones de la gran problemática socioeconómica y cultural del país; a ser copartícipes del desarrollo de sus comunidades locales, mediante los aportes de sus investigaciones científicas.
En este marco, qué alegría sentimos cuando alguien de los nuestros en base de tenacidad, constancia, fuerza de voluntad, deseos de superación obtiene el PhD con el  Grado Científico de Doctor en Ciencias Pedagógicas,  y la Distinción 30 Aniversario de la Universidad de Granma, en Camagüey, Cuba.
Roberth Zambrano Santos, gracias a su magnífica defensa de la tesis doctoral “Trastornos afectivo-conductuales en los adolescentes hijos de padres emigrantes en Ecuador” obtuvo la felicitación del tribunal, y el pase a ser parte integrante de la comunidad científica cubana, latinoamericana y mundial. Desde luego esta tesis será el nuevo libro que Roberth entregará a la provincia y al país.
Nos congratulamos con el éxito profesional de nuestro amigo; destacando en él su clara predisposición y  la motivación constante, para que el grupo de personas que integran el equipo de postgrado de la Universidad del Sur de Manabí y del Instituto Superior Tecnológico Portoviejo opten por estos espacios de mejoramiento, y sean parte de ese grupo de seres humanos que aspiran nuevos derroteros en la educación de nuestra provincia.