Así lo dijo hoy el cónsul de Ecuador en Barcelona, Freddy Arellano Ruiz, quien aseguró que tiene dos peticiones para repatriar cadáveres al Ecuador.

Los forenses que trabajaron en la identificación de las víctimas del atropello ferroviario ocurrido el miércoles concluyeron ayer sus trabajos y fijaron en doce los muertos, once de ellos latinoamericanos y una joven de nacionalidad rumana.

Finalmente fueron doce las víctimas mortales, de las cuales siete son ecuatorianos, tres bolivianos, dos colombianos y una rumana.

En declaraciones a Efe, el cónsul ecuatoriano informó de que mañana mantendrá una reunión de coordinación con el embajador de Ecuador en España, Galo Chiriboga, y con representantes de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami), en el que analizarán diferentes posibles homenajes.

Arellano señaló que ha recibido el ofrecimiento de celebrar una misa en la catedral de Barcelona en memoria de la víctimas, cuya fecha está aún por determinar.

Mientras, en diferentes municipios barceloneses, como en el barrio de Sant Ildefons de Cornell de Llobregat o en Santa Coloma de Gramanet, ya se han celebrado misas en homenaje a algunos fallecidos que residían en estas ciudades catalanas.

El cónsul general apuntó que, tal como quedaron los cuerpos tras el siniestro y en función de los procesos forenses y judiciales, el proceso de retorno a las familias de los restos mortales de sus hijos "va a ser lento".

Según explicó, "la mayoría de los jóvenes ya eran catalanes arraigados aquí, en donde serán enterrados", pero, continuó, tiene dos peticiones de repatriación para que los restos sean enterrados en Ecuador.

Respecto a las diez personas hospitalizadas por las heridas del atropello, el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña (Gobierno regional) aseguró hoy que evolucionan favorablemente, sin cambios respecto a su estado de ayer.