Han transcurrido 6 meses desde que hicieron esa labor, cuyo fin era evaluar la calidad educativa y pese a las constantes gestiones que han hecho en la Universidad Técnica de Manabí, que en la provincia fue la unidad ejecutora, siguen impagos, dijeron Oscar Véliz, Alex y Hugo Quimís. Por el trabajo que realizaron, el pago que se convino con la UTM fue de 25 dólares en la zona urbana y 30 dólares en el campo. Lo que se les debe es variable, pues había un mínimo de dos aplicaciones por cada persona, algunos hicieron tres y otros hasta cuatro, manifestaron. Añadieron que según una investigación que hizo la Asamblea, la UTM ya recibió los aproximadamente 480.000 dólares para que les pague a los 3.000 aplicadores que laboraron en Manabí, pero en dicha entidad les siguen dando largas al asunto, por lo que los afectados resolvieron pedir que se inicie las acciones legales pertinentes contra la UTM. Con el fin de redactar un documento con la solicitud, los afectados, que son estudiantes de la Universidad Estatal del Sur de Manabí y profesionales egresados de esa entidad, se reunieron en el parque Simón Bolívar.