Pero ese no es el problema, el problema está en el proceso de elaboración de tales productos y cómo incidieron en la transformación ambiental que posteriormente se agravaría. En los últimos 40 años, con el descubrimiento de nuevos usos energéticos como petroleros y eléctricos se ha intensificado la explotación de los recursos naturales por parte de los países industrializados (E.E.U.U, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Australia, Rusia, Suecia, Bélgica, Japón, China y algunos incorporados últimamente). Hay que señalar que las responsabilidades de la contaminación mundial están basadas en dos caras; una, las potencias económicas que contaminan en gran parte; y otra, las regiones sub desarrolladas con menor intensidad marcando dichas diferencias son abismales. En términos generales, los contaminantes son líquidos, sólidos y gaseosos, y se puede percibir que es cierto que los países de primer mundo tienen un manejo estable de los desechos sólidos y líquidos, principalmente; pero el detalle está en las emanaciones de gases como el dióxido de carbono (CO2), el metano, el óxido nitroso, los clorofluorocarbonos (CFC), que junto con la radiación solar produce el famoso efecto invernadero, mientras que en los países no industrializados se produce lo contrario. El manejo de los desechos sólidos y líquidos es precario, siendo ejemplo en el Ecuador los mataderos municipales, los muladares, las ineficientes posas de oxidación, fábricas con deficientes sistemas de reducción de contaminantes. Pero las emanaciones de gases tampoco se las ha controlado, especialmente en los automotores; lo que pasa es que, ni porque sumáramos todo el parque automotor de los países no industrializados, frente a las gigantescas fábricas, más su enorme conjunto automotor de los países industrializados, sería casi como comparar un elefante con ratón. Solo el 30% de la contaminación global viene de E.E.U.U. La pregunta es ¿por qué las potencias mundiales no han querido desarrollar nuevas alternativas de producción y consumo, ni asumir sus responsabilidades?. La respuesta es simple, juego de intereses. Lo preocupante es que hoy la situación ambiental está al borde del límite, como así lo demuestran varios sucesos, como deshielo en los glaciares, calores sofocantes, inundaciones, heladas, sequias, etc. No solo existe la saturación de la atmosfera con emanaciones de gases, también está el deterioro de la capa de ozono por las devastadoras prácticas del consumismo energético entre ellas la tala indiscriminada de bosques. Entonces, la salud del mundo se encuentra en una encrucijada, llegando al punto de obtener una contaminación irreversible, La solución está en el propio ser humano y sus lideres mundiales; debemos cambiar nuestra forma de vivir, percibir y producir los recursos naturales, sean orgánicos e inorgánicos.