Pese a su ideología le fascinan las canciones de Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat. Tres cesáreas. Cinco hijos. Una de las cosas de las que se avergüenza sucedió una mañana como cualquiera después de salir del colegio. Cruzó una calle y subió a la acera, quizá porque andaba pensando en otra cosa o quizá por distraída no se percató que delante de ella estaba un hueco grande. No lo vio. Y cayó. Todos los que la vieron en lugar de ayudarla se echaron a reír. “Me sentí muy mal, pero me levanté con gran esfuerzo”. Se define como una mujer sencilla hasta para comer: el arroz con huevo frito es su comida predilecta. Y en su faceta como abuela afirma que es “muy chocha”. • El Diario. ¿Es una ventaja en este proceso electoral ser la única mujer? Es decir, ¿cree que sus piernas arrastren votos? • Cynthia Viteri. No creo que sea una ventaja. El pueblo debe ver la preparación de cada uno. Y en mi caso tengo la suficiente formación para enfrentar el desafío que he asumido. ¿Tiene algún secreto para conservar la figura? Ninguno en especial, solo suelo hacer mucho ejercicio. ¿Le han dicho muchos piropos en sus recorridos por las provincias? Casi no. Uno de los piropos que recuerdo fue hace años, cuando pasaba por un lugar donde varios hombres estaban reunidos y uno dijo en voz alta: “Sí, esa de ahí es mi novia. Lo que pasa es que no me habla, porque ahora estamos peleados”. En ese momento me hubiera gustado responderle, aclarar el asunto, pero pensé que se iban a reír y no hice nada. Me pareció muy chistoso. Ahora en tiempo de campaña debe tener poco tiempo para su familia, sus cinco hijos sobre todo ¿Los extraña y cómo hace para verlos? Ellos siempre han estado acostumbrados a que yo trabaje. Además, yo comparto el principio bíblico de que el que no trabaja que no coma. En esta campaña lo que hacen es verme menos. Es muy duro para ellos y para mí. Dicen que una mujer se siente totalmente realizada al tener mellizos ¿Cómo fue en su caso esta experiencia? Fue algo muy lindo. No imaginé siquiera que el último de mis embarazos iba a venir en combo. Una experiencia como esta es difícil explicar con palabras. Qué le puedo decir, sino que estoy muy contenta y agradecida con Dios. ¿Cómo es usted en el hogar? Soy muy casera y muy ordenada. El día que no salgo de casa soy feliz. Me encanta el orden. Tanto así que yo ando por la casa con una libretita y si un foco está dañado anoto inmediatamente: “Cambiar foco de la cocina”. O “La licuadora se dañó”. Cuando estaba en el colegio no era tan ordenada y criticaba a personas tan meticulosas en este sentido, pero creo que la lengua me castigó. ¿Qué prefiere que le regalen? Libros. Me gusta leer biografías de políticos y también las historias de mujeres. Uno de mis autores preferidos es Paulo Coelho. ¿Hay un personaje vivo al que admire? A mi madre, por su sensibilidad, nobleza y sabiduría. ¿Un error del que se arrepienta? Cuando era periodista hablé con un funcionario con la cámara encendida y él no lo sabía. No recuerdo el nombre de él, pero creo que no estuvo bien. ¿Qué queda de la reportera de “Minuto a minuto”, el informativo de Telesistema del que usted fue parte en 1989? Todo y más que nada la formación humana y el amor al trabajo. ¿Defina a Manabí en tres palabras? Bella, intensa, brava. ¿Qué enseñanza le dejó el periodismo? A lidiar con varios periodistas, a no quedarme y contestar bien las repreguntas. ¿Odia a alguien? No, a nadie. ¿Existe una receta para ser feliz? Hacer las cosas bien. ¿Es usted feminista? Yo diría que me encanta defender los derechos de las mujeres. Personal Nombre: Cynthia Fernanda Viteri Jiménez Lugar de nacimiento: Guayaquil Fecha de nacimiento: 19 de Noviembre de 1965 Edad: 40 años Estado civil: Casada Nombre del cónyuge: Econ. Joaquín Villamar C. Hijos: 5 (3 mujeres y 2 varones, 1 nieta) Mayor logro de juventud “Creo que fue tener a mi primer hija. Tenía 17 años cuando nació. Me parece que mi vida hubiera sido otra si ella no hubiera venido al mundo, porque por ella trabajé, por ella me preparé. Mi primera hija me dio mucho valor para seguir adelante. En mi juventud también tuve un dolor grande y fue perder a una persona que me ayudó muchísimo y fue mi hermano. Con él me llevaba súper bien. Se parecía a mí. Tenía leucemia y se había propuesto graduarse a toda costa, aún sabiendo que iba a morir. Lamentablemente, no lo logró”.