Científicos de la Universidad de Plymouth han confirmado, por primera vez, que nanoplásticos presentes en el medio ambiente pueden ser absorbidos por cultivos comestibles, como los rábanos, durante su crecimiento. Esto representa una nueva vía de exposición involuntaria para humanos y animales.
Nanoplásticos en vegetales: hallazgo sin precedentes
El estudio, publicado en la revista científica Environmental Research, empleó técnicas avanzadas de radiomarcado. Estas fueron utilizadas para rastrear la absorción de nanopartículas de poliestireno —algunas de apenas una millonésima de centímetro de diámetro— en plantas cultivadas en un sistema hidropónico.
Durante el experimento, los científicos introdujeron carbono radiomarcado en una solución que contenía las nanopartículas, permitiendo rastrear su comportamiento dentro de la planta. Tras cinco días, los investigadores observaron que casi el 5% de las partículas presentes en la solución se habían adherido al sistema radicular del rábano.
De ese porcentaje, aproximadamente el 25% de las nanopartículas se introdujeron en las raíces carnosas, consideradas la parte comestible del vegetal. Mientras tanto, cerca del 10% alcanzaron las hojas.
Una ruta emergente de exposición plástica
Los hallazgos alertan sobre una nueva vía de ingestión accidental de nanoplásticos. Esta se suma a las ya conocidas por consumo de productos marinos o inhalación de partículas suspendidas en el aire.
Los expertos involucrados destacan la necesidad urgente de profundizar en investigaciones sobre las consecuencias potenciales de esta contaminación para la salud humana, animal y ambiental. “Este trabajo sugiere que la absorción de plásticos en plantas comestibles es posible, lo que plantea preguntas fundamentales sobre la seguridad alimentaria”, señala el equipo.
La investigación se basa en estudios previos del mismo grupo. En ellos, ya se había demostrado la rápida absorción de nanoplásticos por moluscos y peces comerciales. Este hecho amplía la evidencia de que estas partículas pueden desplazarse y acumularse a lo largo de la cadena alimentaria.
Implicaciones ambientales y alimentarias
Los nanoplásticos, que surgen de la degradación de productos plásticos más grandes, son casi invisibles y persistentes en el medio ambiente. Su capacidad de penetrar tejidos biológicos, según los científicos, podría convertirlos en un contaminante de riesgo creciente en la agricultura moderna.
Si bien el estudio se centró en rábanos cultivados en condiciones controladas, los investigadores advierten que los resultados podrían extrapolarse a cultivos en suelos contaminados o con riego a partir de fuentes expuestas a plásticos. Esto representa un escenario plausible dada la extensión global de la contaminación por plásticos.
Además, se abre un nuevo debate sobre la regulación de microplásticos y nanoplásticos en entornos agrícolas. También se destaca la necesidad de establecer límites máximos permisibles para estos compuestos en productos alimentarios.
Próximos pasos en la investigación
El equipo científico planea extender la investigación a otras especies vegetales. También se explorará si los nanoplásticos pueden afectar funciones fisiológicas de las plantas, como el crecimiento, la fotosíntesis o la calidad nutricional de los alimentos.
También se prevé evaluar si el tipo de polímero plástico o su forma física (esferas, fibras, fragmentos) influye en la capacidad de absorción por los cultivos. Estas variables podrían ser claves. Se busca desarrollar estrategias de mitigación y prevención.
Este estudio representa un avance significativo en la comprensión de la contaminación plástica y su impacto potencial en el sistema agroalimentario global. Al mismo tiempo, plantea interrogantes urgentes sobre las interacciones entre contaminantes emergentes y los alimentos que llegan al consumidor final.