El médico cirujano Francisco Moncayo nos recibe con la misma atención que ofrece a sus pacientes. En su consultorio, el ambiente es cálido y los diplomas cuelgan con sobriedad en las paredes. La conversación se da como parte de un ejercicio de orientación, como responsabilidad médica, ya que en Santo Domingo han causado conmoción varios casos de procedimientos estéticos, que no salieron como se esperaba.
Este cirujano plástico certificado y miembro de la Sociedad Latinoamericana de Cirugía y Medicina Estética Facial, nos explica con claridad cada etapa, cada riesgo y cada paso que se debe respetar antes de entrar al quirófano.
¿Cómo es el procedimiento de una lipoescultura?
La lipoescultura es un procedimiento netamente estético. Hay que tener claro que no sirve para bajar de peso, sino para moldear el cuerpo. Por eso, cada paciente debe ser evaluada completamente en todos sus aspectos: físicos, médicos y funcionales. Este análisis incluye exámenes de laboratorio, valoraciones con especialistas como cardiólogos o internistas, dependiendo de los antecedentes de la paciente.
Hay pacientes que vienen con patologías cardiológicas que tiene que evaluar el cardiólogo. O diabéticas que tienen que ser evaluadas por el médico internista. Una vez que se tiene un conocimiento total de la paciente, se procede a hacer un plan quirúrgico, como parte una responsabilidad médica. Ese plan quirúrgico es de varias etapas, el prequirúrgico, el postquirúrgico y el post transquirúrgico.
¿Qué se evalúa concretamente en la fase prequirúrgica?
En esta etapa se hace un estudio completo del estado de salud de la paciente. No se puede valorar hoy y operar tres o cuatro meses después. Si una paciente tiene una condición como anemia, diabetes descompensada o infección urinaria, no puede ser intervenida. La cosa es que el paciente tiene que entrar al quirófano con todos los controles y netamente estable, para que la cirugía, que es el segundo plan, vaya bien. Este es el plan que ya nos proyectamos y que no es algo que me invento.
Hay que recordar que son tres planes quirúrgicos para poder dar un beneficio a esa paciente y responsabilidad médica. Una vez que ya se plantean, se procede a cirugía y de ahí la paciente pasa a la siguiente fase, que es el postoperatorio. Esta es una etapa más prolongada que va de meses, con controles diarios y estrictos para su recuperación.
«Si una paciente tiene una condición como anemia, diabetes descompensada o infección urinaria, no puede ser intervenida».
¿Y en qué momento se toma la decisión de que una paciente no es apta para la cirugía?
Este punto es muy importante, porque no todas las pacientes son candidatas para hacer una lipoescultura, así de simple. Nosotros tenemos ciertos parámetros que tienen que ser respetados en el ámbito médico y quirúrgico. Si en los exámenes de laboratorio una paciente viene, por ejemplo, con anemia, no puede ser operada. No es que yo le pongo sangre para operarla; no, eso es responsabilidad médica. La paciente tiene que venir con su hemoglobina normal para poder ser operada. Otro ejemplo es que una paciente me venga con un cuadro infeccioso de vías urinarias, no puede ser operada, tiene que ser controlada. Una diabética descompensada no puede ser operada. Otro caso más común es que vienen a los consultorios con sobrepeso. Hay un índice de masa corporal, que es una relación que sacamos los médicos para ver el estado nutricional en relación a la talla y al peso de la persona.
¿Cuál es el criterio ideal?
Lo correcto es que una paciente, para ser operada en una lipoescultura, debe tener un índice de masa corporal de menos de veintiocho. No puede tener más, porque en la cirugía no nos va a permitir hacer un buen trabajo. Es muy importante tener en cuenta que en una cirugía de este tipo no se puede sacar más de cinco litros de grasa. Todo lo que excede eso es riesgo. Esta cirugía no se puede demorar más de cuatro a cinco horas.
«Una paciente, para ser operada en una lipoescultura, debe tener un índice de masa corporal de menos de veintiocho. No puede tener más».
¿Por qué?
Porque hay cambios fisiológicos que generan ya patologías en el cuerpo. Entonces, si nosotros sometemos a una persona obesa a operación, ya no voy a poder sacar los cinco litros de grasa. Tendré que sacar siete, ocho, nueve o diez litros para poder llegar al objetivo. Y eso implica más tiempo, más sangrado, más riesgo. Esto es lo que lleva a las complicaciones y una de las más temidas es la muerte.
¿Qué complicaciones pueden presentarse en el quirófano?
Las complicaciones se dividen en prevenibles y propias del acto quirúrgico. Las prevenibles son aquellas que podemos evitar con una buena valoración prequirúrgica. Las propias pueden ser leves, moderadas o graves. Las leves, por ejemplo, son un sangrado, eso se controla en ese momento. Otra es una infección de herida, que son propias de una cirugía, porque son cirugías grandes y amplias.
Entre las más graves está la tromboembolia pulmonar, que se puede presentar incluso con todos los cuidados. En pacientes con obesidad, el riesgo es mayor. Para minimizarla usamos medidas antitrombóticas, de compresión y ciertas cosas que se hacen en quirófano. Pero a pesar de hacer todos esos procedimientos, se pueden presentar. Y los pacientes tienen que entender, más aún si es obeso, que tiene más riesgo de presentar ese tipo de complicaciones, que la mayoría de las veces son mortales.
«Entre las complicaciones más graves está la tromboembolia pulmonar, que se puede presentar incluso con todos los cuidados».
¿Por qué se comprometen los pulmones?
Normalmente cuando hacemos una liposucción, la paciente entra en un estado de varios factores fisiológicos que pueden llevar a esto. La sangre se concentra por el mismo hecho de la cirugía, lo que provoca una anemia, entonces, el cuerpo empieza a defenderse. El estar mucho tiempo bajo anestesia provoca un estasis sanguíneo, la sangre no se mueve y eso provoca la formación de coágulos.
Y lo otro es cuando el paciente es muy obeso y se someten a ese tipo de cirugías. El mismo hecho de hacer liposucciones de grandes volúmenes de grasa genera mayores traumas y mayor riesgo de formar coágulos. Entonces, cuando la paciente está acostada y no se ha movido, se generan los coágulos en las piernas y al haber el movimiento o la paciente vuelve a caminar, puede generarse la tromboembolia pulmonar.
¿Estas cirugías pueden considerarse ambulatorias?
No. Ninguna de esas cirugías es ambulatoria. Porque las complicaciones más temidas se presentan en el postquirúrgico, no en el transquirúrgico. La tromboembolia pulmonar se presenta en el postquirúrgico, cuando la paciente se levanta. Entonces la paciente tiene que permanecer hospitalizada uno, dos días o tres días, dependiendo de la evolución. Eso no está en discusión por responsabilidad médica. No es dable que la paciente la operan y la envían el mismo día a la casa, porque estas cirugías implican la pérdida de sangre. Entonces, por ende, salen con anemia. Y esas pacientes no pueden tolerar un cuadro de anemia agudo en una casa, tiene que ser manejada en un hospital.
«Ninguna de esas cirugías es ambulatoria. Porque las complicaciones más temidas se presentan en el postquirúrgico, no en el transquirúrgico».
¿Qué se entiende exactamente por cirugía ambulatoria?
Una cirugía ambulatoria es que usted opera y espera dos, tres horas y el paciente se va a su casa. Hay cirugías que se pueden hacer ambulatorias. Por ejemplo, una sutura de una mano, una sutura de un dedo. Alguien con un corte en la cara, algo que no comprometa la vida. Entonces, en el momento en que hay anestesia general, relacionado a una cirugía grande, estamos hablando de tres, cuatro y cinco horas de anestesia, lo que implica que esa paciente no puede ir a casa y eso hay que decirle por responsabilidad médica.
¿Y por qué ciertos lugares promocionan estas cirugías como ambulatorias?
Muchos lugares hacen estas cirugías con anestesia local para mandar al paciente a la casa. El problema no es ahí, es el tiempo quirúrgico, la pérdida sanguínea y el trauma por el cambio fisiológico que se presenta en el cuerpo, ya que las pacientes pueden fallecer o pueden complicarse en su casa. Ustedes ven pacientes que han ido a clínicas donde se han operado y luego aparecen en otras, para pasar su postoperatorio, ya que no lo pueden en casa, porque se desmayan, se caen, empiezan con fiebre…
«Ustedes ven pacientes que han ido a clínicas donde se han operado y luego aparecen en otras»
¿Y por ambulatorio se entiende sobre características del espacio?
En el momento que un procedimiento quirúrgico se lo cataloga y en el cual se va a manejar medicamentos, en este caso, anestésicos, y con una agresión al cuerpo humano, se hace en quirófano. Esto es independientemente de que sea ambulatorio, de hospitalización o de ingreso. Si yo voy a operar una hernia umbilical, puede ser ambulatorio, pero no por eso lo voy a hacer en el consultorio.
¿Qué personal interviene en una cirugía de este tipo?
Cada etapa tiene personas diferentes. En el prequirúrgico interviene el médico, en este caso, el cirujano que va a valorar. También los médicos que van a ayudar al otro especialista a dar un diagnóstico preciso a su paciente, como el cardiólogo, el internista, el neurólogo, etc. Los procesos que ayudan a todos estos médicos son los exámenes de laboratorio, imágenes, ecos, tomografías, todo es un proceso, ese es el prequirúrgico.
En el transquirúrgico, ya en la cirugía, es otro personal. Ahí tienen que estar dos cirujanos, dos ayudantes, la instrumentista, la enfermera, el anestesiólogo. Y en el postoperatorio, es otro personal totalmente capacitado, es la enfermera de postoperatorio y el médico de la clínica. Una vez que sale ya de la clínica, es otro personal, el del SPA, donde se dan los masajes y el control de las heridas que lo hace el médico que operó, que tiene la obligación de ver a su paciente.
¿Cómo asegurarse que quien me operó me va a acompañar hasta el final del proceso?
No es dable que lo opero y que luego usted vaya a ver quién le hace el seguimiento. Mucha gente viaja a ciudades a operarse por promociones, entre comillas, porque no son promociones, y después nos vemos. Esa persona que lo operó ni la conocen, no saben quién lo operó y luego vienen donde nosotros con las complicaciones, que muchas son propias de la cirugía, no es que fue mal operado. Y muchas veces terminan hospitalizadas porque no se hizo un postoperatorio adecuado.
«Mucha gente viaja a ciudades a operarse por promociones, entre comillas, porque no son promociones, y después nos vemos».
¿Qué opina de los profesionales que asumen estos procedimientos sin cumplir todas las etapas?
Debemos tener clara una cosa. Si son profesionales o no. Es muy difícil que un médico bien formado vaya a cometer o evitar esos pasos porque sabe lo que se le puede venir. Claramente, las personas que están haciendo esto son quienes practican el intrusismo, que se meten a hacer algo que no lo deben y porque no tienen la formación y no estudiaron para eso. Estas personas al hacer esto llevan a un riesgo al paciente. El paciente tiene que pensarlo bien.
¿Qué hacer ante estas promociones que implican riesgos?
Se tiene que educar a la población. Tienen que darse cuenta de todas esas promociones que salen en redes sociales con dos por uno, que págame como puedes, que lleva un paciente y la tuya saldrá a tal precio. Todo lo gratis sale mal. Pero no por ser barato es malo. Si se cumplen todas las normas y todos los preceptos va a salir todo bien. Pero en estos casos, quienes están haciendo esos procedimientos no son profesionales, son gente que se aprovecha de la ignorancia o del desconocimiento de los pacientes para hacer sus fechorías.
¿Cómo puede una persona saber si el profesional está calificado y certificado?
Cuando una persona decide hacerse un procedimiento quirúrgico de cualquier tipo, sea estético, cirugía general o de cualquier especialidad, lo primero que debe tener claro es a dónde se va a dirigir y a quién. La manera más fácil es revisar en la Senescyt. Porque cualquiera puede ir a un consultorio y ver mil títulos, pero todos pueden ser copia y pega.
Hay ciertas ramas que son las subespecialidades que tienen que ser también respetadas, porque hay médicos que nos ponemos a hacer cosas que no debemos. No por ser médico yo puedo hacer todo, no. Yo tengo que estar capacitado y haber aprendido para poder hacerlo. Entonces hay que demostrar que he hecho ese tipo de cirugías una, dos o varias veces.