El 7 de mayo de 2025, en la Ciudad del Vaticano, se iniciará el Cónclave que elegirá al 267.º Papa de la Iglesia Católica. En esta ocasión, 133 cardenales electores, todos menores de 80 años, provenientes de 71 países de los cinco continentes, participarán en la votación. Así lo dispone el Código de Derecho Canónico y la constitución apostólica Universi Dominici Gregis.
Un Cónclave con representación global
La elección del nuevo Pontífice contará con una amplia representación geográfica. Se reunirán en la Capilla Sixtina un total de 53 cardenales europeos, 37 americanos, 23 asiáticos, 18 africanos y 4 de Oceanía. Aunque originalmente eran 135 los cardenales electores, dos no participarán, por lo que la cifra definitiva es de 133.
Por primera vez en la historia, 12 países tendrán cardenales electores autóctonos presentes: Haití, Cabo Verde, Papúa Nueva Guinea, Suecia, Luxemburgo, Sudán del Sur, Paraguay, Timor Oriental, Singapur, Malasia, Serbia y la República Centroafricana. Esto refleja un crecimiento en la diversidad cultural y étnica dentro del Colegio Cardenalicio.
Además de la variedad de nacionalidades, hay un amplio rango generacional. El más joven es Mikola Bychok, obispo ucraniano de 45 años radicado en Australia, mientras que el mayor es el español Carlos Osoro Sierra, de 79 años.

Perfil de los cardenales electores
De los 133 cardenales que emitirán su voto, 108 fueron creados por el Papa Francisco, 22 por Benedicto XVI y 5 por san Juan Pablo II. Este dato es relevante, ya que da cuenta del enfoque eclesial de los electores en función del pontífice que los designó.
El año de nacimiento más frecuente entre los cardenales electores es 1947, con 13 integrantes, todos con 78 años o por cumplir. Por otro lado, algunos no tienen contemporáneos: Baldassare Reina (1970), Leo Frank (1971) y Rolandas Makrickas (1972), lo que demuestra una estructura generacional variada.
Entre los más veteranos del Cónclave se encuentran cardenales como Philippe Barbarin (Francia), Josip Bozanić (Croacia), Péter Erdő (Hungría), Vinco Pulić (Bosnia) y Peter Turkson (Ghana), todos nombrados por san Juan Pablo II y con experiencia en elecciones anteriores.
Representación de órdenes religiosas
Del total de cardenales electores, 33 pertenecen a órdenes religiosas, distribuidos en 18 familias. Los Salesianos son los más representados, con cinco miembros: Charles Maung Bo, Virgilio Do Carmo da Silva, Ángel Fernández Artime, Cristóbal López Romero y Daniel Sturla Berhouet.
Otras órdenes destacadas son:
-
Frailes Menores: 4 cardenales, incluyendo a Luis Cabrera Herrera y Leonardo Steiner.
-
Jesuitas: 4, entre ellos Stephen Chow Sau-yan y Jean-Claude Höllerich.
-
Franciscanos Conventuales: 3 representantes.
-
Dominicos, Lazaristas, Redentoristas y Verbitas: 2 cardenales cada una.
Además, están representadas otras órdenes como los Agustinos, Capuchinos, Carmelitas Descalzos, Cistercienses, Misioneros de la Consolata, del Sagrado Corazón de Jesús, Espiritanos y el Instituto Secular Pío X, entre otros.
Reglas para elegir al nuevo Papa
Según el canon 349 del Código de Derecho Canónico, los cardenales “constituyen un Colegio especial al que corresponde proveer a la elección del Romano Pontífice”. Además, este colegio tiene la función de asistir al Papa en el gobierno de la Iglesia, tanto de forma colegial como individual.
La elección está regulada por la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, que indica que solo los cardenales menores de 80 años al momento del fallecimiento o renuncia del Papa pueden participar como electores. Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, de los cuales 135 son electores y 117 no lo son por haber superado la edad límite.
Perspectivas y contexto
El perfil internacional de este Cónclave se alinea con el impulso del Papa Francisco hacia una Iglesia más sinodal, descentralizada y global. La inclusión de representantes de países históricamente no considerados en este tipo de procesos —como Luxemburgo, Sudán del Sur o Malasia— evidencia una apertura a nuevas voces y realidades eclesiales.
Aunque el proceso de elección se lleva a cabo en estricto secreto, el análisis de la procedencia, edad y pertenencia religiosa de los cardenales permite entrever las dinámicas que podrían influir en la elección del nuevo líder católico mundial. La decisión que emerja de este Cónclave tendrá un impacto global en una Iglesia que cuenta con más de 1.300 millones de fieles.