Barcelona Sporting Club (BSC), fundado en 1925 en Guayaquil, es el equipo con más hinchas en Ecuador, superando a Emelec y Liga de Quito, según encuestas de 2024. El sociólogo Wilmer Suárez atribuye este fenómeno a la identidad popular y la cohesión social que el club fomenta en un país marcado por la inestabilidad política.
Un club nacido en la adversidad
Fundado el 1 de mayo de 1925, Barcelona Sporting Club surgió en un Guayaquil golpeado por la inestabilidad política de Ecuador, que entre 1925 y 1948 tuvo 27 gobiernos. En este contexto, BSC se consolidó como el equipo de las clases populares, frente a Emelec, ligado a sectores privilegiados. Esta rivalidad dio origen al Clásico del Astillero, disputado en el estadio Modelo, un escenario de intensa pasión futbolística.
El sociólogo Wilmer Suárez explica que BSC se convirtió en un símbolo de pertenencia para los sectores marginados. Los colores amarillo y rojo, el escudo y las primeras victorias del club forjaron una identidad colectiva que trascendió Guayaquil. Según Suárez, el club ofreció a los hinchas un espacio de orgullo y representación en tiempos de crisis.
El carácter popular de Barcelona se reforzó con su arraigo en la diversidad cultural de Ecuador. A diferencia de otros clubes, BSC logró unir a comunidades de distintas regiones, desde la Costa hasta la Sierra.
Hazañas deportivas que marcaron historia
Barcelona ostenta 16 campeonatos nacionales, el récord en Ecuador, además de participaciones destacadas en la Copa Libertadores, alcanzando las finales en 1990 y 1998. El club nunca ha descendido a la Serie B, un hito que lo distingue como el “Ídolo del Ecuador”. En 2016, BSC rompió récords de asistencia con 576.121 espectadores en una temporada, según el Museo BSC.
Suárez destaca que cada victoria de Barcelona es percibida como un triunfo del pueblo, fortaleciendo el vínculo emocional con los hinchas y proyectando un mensaje de resistencia frente a las adversidades.
Un espejo de la sociedad ecuatoriana
El fútbol, según Suárez, actúa como un reflejo de la identidad grupal. Los hinchas de Barcelona proyectan valores colectivos al apoyar al club, vinculándose con la historia de Guayaquil y la diversidad cultural de Ecuador. Esta conexión crea una rivalidad simbólica con clubes como Emelec y Liga de Quito, reforzando la cohesión entre los seguidores.
El sociólogo Carlos Zambrano agrega que el fútbol es un espacio de evaluación transparente en sociedades marcadas por la desigualdad. “En la cancha, las fallas o manipulaciones se notan. Por eso, el fútbol es un lugar donde la justicia prevalece”, afirma.
Zambrano subraya que Barcelona, nacido en los sectores populares de Guayaquil, representó desde sus inicios a los jugadores humildes que jugaban por vocación. «Barcelona, nace en los sectores populares de Guayaquil. En los albores del nacimiento formal del populismo en el Ecuador. Y representó en sus inicios a tales sectores. Jugadores humildes, casi por pura vocación, que no ganaban mucho en dinero pero sí en fama. La imagen quedó eternizada en los elementos de la Costa».dijo.
En momentos de crisis, el club amarillo ha sido un actor político indirecto, utilizado para proyectar ideologías o negociar en esferas públicas, especialmente junto a Emelec y Liga de Quito.
Impacto social y cultural
Más allá del ámbito deportivo, Barcelona Sporting Club cumple funciones sociales relevantes. El club impulsa proyectos formativos para jóvenes y participa en campañas contra el racismo y a favor de la igualdad de género. Su influencia ha contribuido a promover la profesionalización de las ligas femeninas en Ecuador.
En Guayaquil, Barcelona representa la diversidad étnica y cultural de la ciudad, mientras que a nivel nacional se ha consolidado como un símbolo de unidad. Desde finales de los 90, el club amplió su influencia a todo el país, integrando a comunidades de distintas regiones.
Su estadio, el Monumental, el más grande de Ecuador, es un punto de encuentro para los hinchas y un referente cultural que refuerza la identidad del club.
Un legado en crecimiento
Con una base estimada de 7 millones de hinchas, según datos del club, Barcelona sigue siendo un pilar de la identidad ecuatoriana. Suárez concluye que Barcelona trasciende el fútbol, funcionando como un movimiento social que da voz a los sectores populares. Zambrano añade que la pasión por BSC refleja la lucha por la justicia en un país de contrastes.
El fenómeno de Barcelona no muestra signos de desaceleración, consolidándose como un referente deportivo y cultural en un Ecuador marcado por desafíos históricos y contemporáneos.