la violencia en las cárceles del país ha tomado fuerza esta semana. Desde el lunes, sucesivos amotinamientos han dejado al menos 16 muertos y cerca de 50 heridos, lo que demuestra el poco control que existe en esos recintos.
Las declaratorias de emergencia que ha emitido el Gobierno para enfrentar el problema no han dado resultados, evidentemente.
Incluso durante estos períodos se han registrado matanzas con alto grado de crueldad dentro de las prisiones, sin que las autoridades hayan podido pararlos en forma definitiva.
Si el Gobierno no tiene el control de las cárceles, mucho menos podrá hacerlo en las calles, donde es más fácil evadir la vigilancia y los operativos.
Tampoco han funcionado los intentos de diálogos.
“Las declaratorias de emergencia no han dado resultados, evidentemente”.
Desde esta columna se ha señalado que el Gobierno no tiene por qué negociar con la delincuencia, sino que debe aplicar la ley.
Es necesario que se haga un trabajo táctico y que se tomen medidas -incluso severas, de ser el caso- para evitar que la violencia en las cárceles aumente la percepción de inseguridad y ponga en entredicho la eficiencia del régimen para controlar estos recintos.
Lamentablemente, hasta ahora esto último no se observa.
Editorial de El Diario publicado este jueves 6 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.