En un mes, Ecuador duplicó los casos confirmados de viruela del mono, al pasar de 59 a finales de agosto a 120 en los últimos días de septiembre. Esto debe llamar a la preocupación de las autoridades y de la ciudadanía, para buscar formas de evitar los contagios.
En otros países, el incremento súbito de casos ha llevado a que se declare la emergencia para buscar formas de frenar o, al menos, ralentizar el avance de esta enfermedad, considerada como grave por los organismos sanitarios internacionales, a tal punto que la Organización Mundial de la Salud la considera una emergencia de salud pública de importancia internacional.
El Ministerio de Salud Pública ha recomendado a la población medidas de bioprotección similares a las que se aplican para prevenir el Covid-19, además de que acudan al médico cuando se presenten síntomas como fiebre, sarpullido, dolor de cabeza e inflamación de ganglios.
“Una forma idónea de romper la cadena de transmisión es la vacunación”.
Esto funciona, pero una forma idónea de romper la cadena de transmisión es la vacunación, especialmente de los grupos vulnerables.
No es suficiente con reaccionar aislando a personas cuando se presente algún caso de la enfermedad; hay que trabajar también en prevención y alertar a la ciudadanía de los posibles riesgos.
Editorial de El Diario publicado este sábado 1 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.