Desde varios frentes se formulan amenazas de paro, en vista de que el Gobierno no cede ante sus requerimientos. Este tipo de anuncios -y más si llegaran a concretarse- merecen el rechazo de la ciudadanía.
En las condiciones de crisis que atraviesa el país, los anuncios de medidas de hecho contribuyen al clima de inestabilidad que aleja posibilidades de inversión y alimenta la inseguridad.
Ningún mandatario debería ceder antes las pretensiones de grupos que, aupados en una suerte de competencia por el poder, disfrazan sus propias demandas de exigencia popular y para ello utilizan a la población. Y no se trata de reacciones ante tendencias políticas, pues lo mismo han tenido que enfrentar gobiernos de izquierda que de derecha.
“Saqueos y agresiones se han vuelto parte de estas medidas”.
La ciudadanía debería rechazar las acciones aparentemente cívicas empujadas por dirigentes que derivan en inseguridad y violencia. Los saqueos y las agresiones se han vuelto parte de estas medidas.
Lo que el país necesita es diálogo y consensos mínimos para garantizar la esperada estabilidad.
No se puede avanzar con acciones que desestabilizan a la sociedad y la vuelven contra sí misma.
Editorial de El Diario publicado este miércoles 12 de octubre del 2022 en nuestra edición impresa.