La Asamblea Nacional no debería emitir resoluciones en las que opinen a nombre del país sobre medidas o resoluciones de otros Estados.
El principio de no injerencia de los países está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. En palabras simples, indica que un país no debe intervenir en los asuntos de otro.
Hace unos días, la Asamblea Nacional de Ecuador aprobó una resolución que condena el bloqueo de Estados Unidos a Cuba. Desde luego, se lo hizo desde la percepción ideológica de la mayoría.
Si fuera así, habría muchos temas más que opinar y que afectan de alguna forma a Ecuador, como la invasión de Rusia, la no entrada de Inglaterra al brexit, u otros de países vecinos como la nueva Constitución chilena y las crisis de Perú.
“Este tipo de pronunciamientos es estéril y no tiene efecto sobre las decisiones de otros países”.
Los asambleístas, a título personal, están en su derecho de pronunciarse sobre cualquier tema, pero no está bien que lo hagan a nombre del país.
Más bien, deberían dedicarse a resolver los problemas de los ecuatorianos, a trazar un camino adecuado para seguir y trabajar junto a los otros poderes del Estado por ayudar a afrontar la crisis.
Por lo demás, este tipo de pronunciamientos es estéril porque ningún país tomará en cuenta estas opiniones cuando ya las decisiones políticas están tomadas.
Editorial de El Diario publicado este lunes 12 de septiembre del 2022 en nuestra edición impresa.