El Gobierno de Ecuador, tanto el actual como el próximo, debe trazarse como meta la negociación de un acuerdo comercial con Estados Unidos, que es el principal destino de los productos de exportación nacional.
El año pasado, Ecuador envió productos por 6.732 millones de dólares al país norteamericano. Petróleo, camarón, banano, flores y derivados de petróleo son los productos ecuatorianos con mayor demanda en EE.UU.
Es cierto que el resultado de la elección de presidente de Estados Unidos puede repercutir en la celeridad con la que pueda darse un eventual acuerdo o en la posibilidad misma de que se llegue a un trato, pero el próximo gobierno de Ecuador, sea de la tendencia que fuere, tiene en sus manos la responsabilidad de buscar una alianza más consistente con su principal cliente.
Las exportaciones ecuatorianas a ese país crecen al ritmo del 1 por ciento anual, en tanto que Colombia y Perú, que sí tienen acuerdos comerciales, aumentan al 5 y 4 por ciento, respectivamente.
No se puede cerrar los ojos y, movidos por prejuicios políticos, cerrar las puertas a una negociación que representará beneficios para todos.
Que no ocurra como hasta ahora, que cada vez que están por caducar ciertas preferencias arancelarias, se hacen intensos trámites para conseguir su renovación. Lo ideal es que hay un acuerdo cierto y en firme.
