La educación en línea debe mantenerse y, más, fortalecerse, como una respuesta a las necesidades de la población y al avance de la inclusión y la tecnología.
Durante los meses más complicados debido al confinamiento al que obligó la pandemia del covid-19, el sistema educativo de Ecuador se vio obligado a adaptarse a modalidades de formación virtual.
Como ni las instituciones ni los actores del sistema estaban preparados, hubo que improvisar todo, desde los contenidos hasta la forma de impartirlos.
Tras la vuelta a la presencialidad, no puede desecharse la modalidad de educación virtual, que bien puede aplicarse para personas que no tienen tiempo para asistir a las aulas, personas con movilidad reducida, migrantes y otros grupos.
“Este tipo de formación debe fortalecerse para que sea efectiva”.
Eso sí, este tipo de formación debe fortalecerse para que sea efectiva y que se ajuste a los estándares de la educación presencial.
Además, por parte del Estado, deberían promoverse carreras cortas o tecnológicas de tercer nivel que permitan la formación profesional sin saturar las universidades. Para ello debe dar más importancia a los institutos.
El sistema educativo enfrenta nuevos retos y el avance de la tecnología impone desafíos para los que hay que prepararse. Una de las claves está en el mejora del sistema educativo.
Editorial de El Diario publicado este domingo 28 de agosto del 2022 en nuestra edición impresa.