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Los encantos naturales de Manabí tienen mérito propio en quienes gustan del turismo de playa, de campo e, incluso, cultural. Si bien ha existido promoción por parte de los entes estatales, la mayor parte de los logros en este campo se han dado por la natural hospitalidad de los manabitas y la riqueza paisajística de los parajes de esta provincia.

Inicia el año y con ello comienza, también, aunque de forma no oficial, la temporada playera, que suele prolongarse hasta el feriado de Semana Santa. Es la ocasión más esperada, sobre todo por quienes ofrecen servicios en los balnearios de mar.

Según el Banco Central del Ecuador, el sector de alojamiento y servicios de comida, vinculado directamente con el turismo, representó en el año 2019 el 2,44 % del valor agregado bruto en la región Costa.

“Se requiere especialización y una mejor infraestructura de servicios ”.

Manabí necesita potenciar su filón turístico, pero para ello se requiere una mejor infraestructura de servicios y especializar a quienes se dedican a esta actividad. Hay que pautar la diferencia, concienciar a los empresarios y a quienes se dedican a ella para que pongan los mayores esfuerzos en ofrecer servicios de calidad y no por ello costosos.

De parte del Estado, hacen falta incentivos. Para atraer a los turistas primero hay que invertir para garantizar su estancia en entornos seguros, cómodos y bonitos. 

Editorial de El Diario publicado este sábado 1 de enero del 2022 en nuestra edición impresa.