El barco fue detenido el 23 de mayo del 2007, cerca de Galápagos por la Marina de Ecuador. El reporte de la autoridad marítima ecuatoriana (www.digmer.org) señala que “la guardacosta detectó una nueva embarcación a 144 millas náuticas de la isla Fernandina, se trataba de un buque de pesca industrial con helicóptero a bordo, que al ser interrogado vía radio se identificó como el buque pesquero “Andrea F” de bandera nicaragüense, al preguntarle el por qué de su presencia en aguas ecuatorianas, respondieron que tenían un problema en máquinas, ante la acción de la partida de inspección la nave intentó huir con las luces de navegación apagadas, cortó las comunicaciones, lo que motivó la inmediata captura, constatando que a bordo se encontraban 25 tripulantes con un aproximado de 10 toneladas de pesca en sus bodegas”. En junio de este año, el periódico La Nación de Costa Rica publicó que pescadores deportivos de ese país habían denuncia que desde el Andrea F habían disparado explosivos para alejarlos de los barcos de atún. Al día siguiente, señaló, “un atunero con bandera nicaragüense, pero que trabaja para una empresa panameña, encerró a los siete yates de pesca deportiva con las redes. Los mantuvo durante cerca de una hora mientras los pescadores comerciales gritaban amenazas. El objetivo era sacarlos de Hoy el Andrea F. estaba en los muelles del puerto de Manta, descargando un cargamento de atún para la empresa ecuatoriana Pespesca. Una explosión de las cañerías de gas amoníaco, que sirven para mantener el frío en las cámaras de congelación, causó la muerte de cinco trabajadores y afecciones en alrededor de 25 más, según los informes preliminares. Los fallecidos eran José Francisco Laines, Ney Richard Prado, Luis Marcillo Giler, Juan Rivera Choez, Carlos Pastor Rivera Choez. Todos vivían en Manta, algunos en el populoso barrio 15 de Septiembre. Nancy Rivera perdió en el accidente a su esposo, Carlos Pastor Rivera Choez; a su padre, Juan Rivera Choez; y a su tío José Francisco Laines.