Cuesta creer que es algo tímida, una faceta que logra disimular muy bien. Es también mujer detallista, de esas que tienen un mail con buenos mensajes y te lo reenvía. Además, sin poses: tiempo atrás accedió a una entrevista en pleno hall del aeropuerto de Guayaquil, con gente que interrumpía a cada rato para tomarse fotos a su lado. El próximo Miss Ecuador ya se visualiza en el horizonte, por eso con la reina de belleza hablamos de temas a manera de evaluación. El Diario: ¿Qué significó en tu vida ser la Miss Ecuador? Doménica Saporiti: Muchas cosas; en ámbitos tanto profesionales como personales significa mucha alegría y sobre todo satisfaccion. Digo: ¡gracias Ecuador, gracias Manabí! E.D.: ¿Con cuáles acciones y obras te sientes más plena en tu gestión? D.S.: Las obras sociales en general. Hemos ayudado a muchas fundaciones que nos han pedido ayuda, a los niños a inculcarles amor al deporte y a las personas que sufren de ictiosis (enfermedad cutánea). E.D.: ¿Piensas incursionar en el mundo del modelaje o hacer algo en televisión? D.S.: Ambos me fascinan, la televisión es una pasión que tengo. Comencé a los 16 años en ella y creo que será a lo que volveré después de mi reinado, con un enfoque serio e informativo. E.D.: ¿Qué es importante para ti al momento de participar en un concurso? D.S.: Creer en uno mismo sin tener dudas, poseer coraje, valentía y tener a Jesús en cada acto que se haga. E.D.: ¿Sientes que hubieras podido llegar más lejos tanto en el Miss Universo y aún haber ganado el Miss Continente? D.S.: Sí, creo que me merecía un buen puesto, di absolutamente todo mi ser, pero ya son cosas que se me van de las manos. E.D.: ¿Tu mensaje? D.S.: Un enorme ¡gracias! He dejado nítida la imagen de la mujer ecuatoriana. Sigamos adelante, este país no le debe favor a ningún otro.