La aparición de libros didácticos ha permitido atraer a los niños al aprendizaje, aunque en algunos casos no se fomenta la lectura desde los hogares y pocos padres obsequian un libro.
Desde el punto de vista de Marcos Zambrano, de la librería San Pablo, la tradición de los textos infantiles se va perdiendo con el tiempo. Según él, quienes llegan hasta la librería en busca de estos libros lo hacen por obligación de las escuelas, más que por iniciativa propia. “En las escuelas les piden a los niños este tipo de material para los talleres, ahí vienen a comprarlos”, indicó.
Entre los libros preferidos de los más pequeños están La cabaña del tío Tom, Mujercitas, El viejo y el mar, entre otros.
Beatriz Chonlong, de la biblioteca municipal Pedro Elio Cevallos en Portoviejo, señala que están fomentando la lectura en las 12 bibliotecas municipales y que hay áreas adecuadas especialmente para los niños.
Marcos Zambrano
librería san Pablo
“Muchas personas adquieren libros por obligación”.