Más de treinta personas murieron en Irak en dos atentados registrados en Bagdad y en la ciudad norteña de Baquba, en una de las jornadas más sangrientas de las últimas semanas. El atentado más grave, con 28 muertos y unos setenta heridos, se produjo en el barrio de Azamiya, en la orilla oriental del río Tigris, un área donde hay edificios del Ejército y del Gobierno iraquí. Fuentes del Ministerio del Interior dijeron que allí se registraron inicialmente las explosiones de dos coches bomba y, a continuación, fue detonado otro artefacto explosivo.