Con su forma de tiraera y un buen backeo, manda a revisar de principio a fin todo el material, no solo a sus fans sino a quienes buscamos algo más allá de lo que la simple oferta comercial promete. Este cidí, por ejemplo, incluye la presencia del último sonero del milenio, Gilberto Santa Rosa (“Lo grande que es perdonar”), así como a Tego Calderón y Eddie Dee (“EL bueno, el malo y el feo”); y a D’Domingo y Mala Rodríguez (“Vámonos por encima”). De su lado, solito, el filosofito se descarga doce tracks que cito: “Sola”, “La Que Falló Fue Usted”, “Aquel Que Había Muerto”, “5 De Septiembre”, “La Recta Final”, “Bomba Para Afincar”, “Dónde Comienzan La Guerra”, “Emboscada”, “Cosa Nuestra De Barrio Base Y Fundamento”, “Compañera”, “Me Acuerdo”, y, cerrando, “El Filósofo/La Calle/En Coma/Sin Pena/La Recta Final”, donde se ratifica el talento de Vicocí o Luis Armando Lozada Cruz ( septiembre 1981), nacido yanky de Niuyol (Brooklyn) y criado en Pueltoguico, y se entiende por qué está considerado el Padre del Reggaetón. Y por si no sabía, rapero lector, el nombrecito artístico le nació porque de niño, por su cara de suegra, lo apodaron Vico, en comparación con doña Vica, una vecina más agria que la caradeste. Y lo de C fue nota de una pelada que le bordó la letra en una camiseta y le dijo que la pronunciara en inglés: “Ci”. Así de cojuda es la nota. Lo que de cojudo no tiene nada es el cidí que le comento, no apto para sopla potes, y punto