Si bien en las comunidades pequeñas no constituye problema mayor, en poblaciones como Portoviejo y Manta las cosas varían por las molestias que debe enfrentarse cuando se busca determinada dirección postal. En el vecino puerto de Manta, la municipalidad adoptó desde hace muchos años el sistema de nomenclatura numérica, dividiendo las arterias urbanas en calles y avenidas, asignándole números a cada una de éstas. En las esquinas, en los edificios o en pequeños postes empotrados en las veredas, se aprecian placas en las que constan el número de la calle o avenida, visibles y orientadoras especialmente para los conductores. Algo similar en lo referente a las señales de tránsito. En Portoviejo, en cambio, las calles y avenidas son distinguidas con nombres, pero en pocos sectores aún permanecen las placas como rezagos de acciones, municipal y particular, que resultan de muy poca ayuda orientadora, especialmente ahora cuando la capital manabita se ha extendido considerablemente. Y por principio de ordenamiento territorial, es indispensable que la municipalidad reemprenda en la intención de dotar a la ciudad de una completa nomenclatura urbana, disponiendo la confección de nuevas placas con los nombres de las calles y avenidas y la numeración de las edificaciones, a lo que podría unirse una mejor señalética de tránsito. Se conoce que la Jefatura Provincial de Tránsito, en acto de colaboración al desarrollo de la ciudad, ha puesto a disposición de la municipalidad el taller para elaborar las placas y otros accesorios requeridos para este menester, gesto que debe ser aprovechado para la consecución de tan importante objetivo.