En él, y al mando del comandante Rafael Morán Valverde, el pequeño barco Calderón y un puñado de hombres enfrentaron y derrotaron -en desigual batalla- al Destructor "Almirante Villar" que, escoltado por el "Grau" y el destructor "Teniente Rodríguez", de la escuadra peruana, pretendía bloquear las aguas del golfo de Guayaquil.
El Ecuador contaba, durante la guerra de 1941, con sólo algunas pequeñas naves y tal como en tierra existía una abrumadora minoría en hombres y material bélico.
En el mar no había cómo establecer ni una mediana comparación de armamento con el Perú.
Los peruanos llegaron a establecer que el 23 de julio saldría de Guayaquil un contingente hasta Puerto Bolívar, para reforzar las tropas ecuatorianas de la frontera, que en número inferior a 2.000 enfrentaban a mÁs de 13.000 peruanos.
Con el objeto de evitar el desembarco ecuatoriano, la flota peruana rompió -aguas (zarpó) hacia el puerto Orense.
En el sitio de internet del Ministerio del Defensa del Ecuador se señala que la batalla, que se inició a las 11h20, sólo duró dieciséis minutos; "los peruanos no lograron ningún impacto, en cambio los ecuatorianos impactaron certeramente con sus cañones y ametralladoras, obligando a que el Almirante Villar -malherido- huya como hiena con el rabo entre las piernas, remolcado por el "Grau" y el "Teniente Rodríguez" que lo llevaron hasta su madriguera en el puerto del Callao (Perú).