El sistema de medición de intereses hipotecarios (euribor) que repercute en países de la Unión Europea (UE) reajustó las tasas entre el 10 y 12% en los últimos dos años afectando a miles de compatriotas. Así un departamento de entre 70 y 80 metros de construcción cotizado en 260 mil euros en el 2005, financiado a 30 y 40 años y por el que una persona comenzó pagando 900 euros, con el ajuste se elevó a 1.200 euros en el 2006; 1.300 en el 2007, y hasta fines del 2008, se calcula en 1.450 euros. Una fuente cercana a El Diario que reside en Madrid desde hace 8 años, reveló que la situación es crítica para muchas de las familias que se endeudaron, puesto que han tenido que arrendar los dormitorios (en 250 y 300 euros) y ellos en condición de propietarios, han pasado a ocupar la sala para sumar sus ingresos y poder cancelar las cuotas del mes. La misma fuente precisó que los ingresos para un migrante, que generalmente ocupa las plazas de la construcción, apenas van entre 700 y 1.000 euros, de los cuales debe asignar entre 200 y 250 euros para gastos de servicios básicos. La situación es más dramática cuando unos 200 mil migrantes han perdido sus puestos de trabajo debido a la crisis de la construcción, originada por los altos costos de los materiales. Con deuda y sin casa Silvia, una ecuatoriana (35), relató que hace dos años compró un departamento y empezó pagando 850 euros mensuales, ahora paga 1.800 euros, cada mes y desde agosto tendrá una revisión de 100 euros más. Para afrontar la deuda trabaja, desde las 05H00 hasta las 00H00 en tareas de limpieza (18 horas). Estos parámetros han puesto al borde de la locura a migrantes ecuatoriano e inclusive a españoles que hoy se agrupan en la Unión de Propietarios de Viviendas Hipotecadas Impagables, para exigir una flexibilización en sus cuotas, básicamente el "congelamiento". Ante los escasos ingresos muchos han dejado de pagar, porque creen que el desenlace es simplemente el embargo; sin considerar que cuando el banco embarga el piso y lo pone en subasta, si pierde dinero, esta pérdida la asume el embargado. Muchos han quedado con deudas superiores a 50.000 euros y sin casa.