Los resultados fueron los que se presumían; ratifican que los datos en ellos contenidos son reales en razón a que no se detectaron irregularidades que indiquen que los computadores han sido alterados o acondicionados para el caso. Ecuador respondió negando validez alguna a esta conclusión, pues manifiesta que se perdió la seriedad de la prueba desde el mismo momento en que Colombia manipuló los computadores para iniciar una guerra mediática contra Ecuador y Venezuela, argumentándose que, para mantener la credibilidad, el equipo comisado debió ser sellado y examinado en el estado exacto en el que fue encontrado. Acusaciones y desmentidos han vuelto a ser parte del lenguaje violentamente ofensivo con que se están manejando las quebrantadas relaciones entre ambos gobiernos, y que están alargando peligrosamente esta separación entre dos países tradicionalmente hermanos. Sin embargo, con el baldón del ataque armado contra territorio extranjero, es primordial que el presidente del vecino país apunte a la tranquilidad de la región, y si desea realmente el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con el Ecuador, empiece disponiendo evitar las públicas acusaciones al régimen del presidente Rafael Correa, cesando la ofensiva mediática que diluye todo acercamiento al entendimiento. Porque continuar con esta campaña únicamente incidirá en ahondar más la brecha abierta el 1 de marzo de este año, cuando el gobierno de Álvaro Uribe, violentando todo respeto entre naciones amigas, invadiera y violara la soberanía ecuatoriana bombardeando una base guerrillera, arbitrariamente establecida por las FARC en la frontera de Ecuador, en acto también reprochable. "Uribe debe cesar ofensiva contra Correa"